JERUSALÉN 21 Abr. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Israel ha aprobado este domingo el acuerdo de cielos abiertos para impulsar el tráfico aéreo desde y hacia Europa a pesar de la huelga iniciada por los trabajadores de la principal aerolínea israelí, El Al, y de otras dos pequeñas compañías aéreas que temen que el aumento de la competencia con las empresas extranjeras implique pérdidas de empleo en el sector.
Aquellos que apoyan el acuerdo de cielos abiertos, que entrará en vigor el próximo abril, consideran que la relajación de las restricciones y de las tasas entre Israel y los países de la Unión Europea aumentarán la competencia y ayudarán a la economía israelí.
"La reforma (...) pretende rebajar las tarifas aéreas desde y hacia Israel e impulsar el turismo" en el país, ha declarado el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, después de que se aprobara el acuerdo en Consejo de Ministros con 16 votos a favor y tres en contra.
El acuerdo será implementado en el país de forma gradual durante los próximos cinco años para permitir que las aerolíneas israelíes, entre las que figuran El Al, Arkia e Israir, se preparen para el aumento de la competencia.
"El acuerdo de cielos abiertos es la única forma para El Al de ahorrar a largo plazo y de cambiar su enfoque para poder competir en el duro mercado mundial", ha afirmado el ministro de Transportes, Yisrael Katz, en una emisora de radio del país.
La mayor queja que tienen las compañías aéreas israelíes es en referencia a sus elevados costes en seguridad en comparación con sus competidores extranjeros: en 2012 El Al se gastó 33 millones de dólares (25,2 millones de euros) en seguridad. Sin embargo, el Gobierno ha asegurado que se hará cargo del 80 por ciento de esos gastos.
El líder de la federación de sindicatos israelí Histadrut, Ofer Eini, considera que el acuerdo podría suponer la pérdida de unos 17.000 puestos de trabajo. "La forma en que este acuerdo está siendo implementado traerá consigo una reducción de las tarifas aéreas pero también causará el colapso de las empresas israelíes", ha afirmado.
Los trabajadores de El Al, Arkia e Israir han iniciado esta mañana, antes de que el Gobierno procediera a la votación del acuerdo, una huelga. Sin embargo, las compañías adelantaron los vuelos de tal forma que los viajeros pudieran salir de Israel. La huelga no ha afectado a los vuelos entrantes de aerolíneas extranjeras. La federación de sindicatos Histadrut ha afirmado que la huelga se ampliará para incluir a todos los trabajadores de aeropuerto a partir de las 6.00 horas del martes, lo que podría implicar el cierre del principal aeropuerto de Tel Aviv, el Aeropuerto Internacional Ben Gurion.
La aerolínea El Al ha expresado en un comunicado que ante la decisión de los sindicatos de continuar con la huelga y "como resultado de la decisión del Gobierno de aprobar el acuerdo de cielos abiertos, los vuelos de El Al están siendo cancelados hasta nuevo aviso".
"Apoyamos la competencia y apoyamos el acuerdo de cielos abiertos, pero en su actual forma implica prácticamente la destrucción de las aerolíneas israelíes", se ha lamentado el presidente del sindicato de trabajadores de El Al, Asher Edri.
El ministro de Finanzas israelí, Yair Lapid, ha asegurado que el acuerdo es bueno para Israel y ha negado que se vayan a perder puestos de trabajo. "No dañará el número de empleos en la economía, sino que hará lo contrario", ha declarado Lapid, refiriéndose a un estudio privado que muestra que el acuerdo de cielos abiertos creará 10.000 nuevos puestos de trabajo.