Reuters
Actualizado: sábado, 3 enero 2009 22:19

JERUSALÉN, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

Varias columnas de vehículos militares israelíes entraron hoy desde varios puntos de la frontera de la Franja de Gaza con Israel con la intención de tomar varias zonas utilizadas por las milicias palestinas para lanzar cohetes contra territorio israelí, según informó el propio Ejército israelí. Hasta la entrada de las tropas de tierra, el bombardeo provocó una treintena de muertos palestinos, con lo que ya son 457 los muertos y al menos 2.300 los heridos desde el inicio de la ofensiva, el pasado 27 de diciembre.

"El objetivo es destruir la infraestructura terrorista de Hamás en el teatro de operaciones", afirmó un portavoz del Ejército hebreo, el comandante Avital Leibovitch. "Vamos a tomar algunas de las zonas de lanzamiento utilizadas por Hamás", explicó.

El fuego de artillería que caía hoy sobre la Franja de Gaza, especialmente en el norte del territorio, era preparatorio para la entrada de un "importante número de fuerzas de infantería", según informó el diario 'The Jerusalem Post'.

Uno de estos bombardeos de artillería podría ser el responsable de la muerte de catorce personas en una mezquita de la localidad de Beit Lahiya, en el norte de la Franja de Gaza, como consecuencia del bombardeo israelí, según fuentes oficiales palestinas citadas por la agencia de noticias Maan. Además, las ambulancias trasladaron a decenas de heridos al hospital Kamal Adwan.

El templo se encontraba lleno de personas reunidas para los rezos vespertinos. Con estas ya son 457 las víctimas mortales y 2.300 los heridos desde el inicio de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, según fuentes sanitarias palestinas.

También hoy la aviación israelí atacó el campamento de refugiados de Rafá, situado junto a la frontera con Egipto. Al menos cuatro palestinos murieron en el ataque.

Además, hoy por primera vez se unió al bombardeo la artillería israelí. Unos veinte proyectiles cayeron en la Ciudad de Gaza procedentes de varias direcciones, pero la mayoría impactó en campo abierto. Mientras, la Marina y la Fuerza Aérea israelíes continuaban bombardeando Jabalia y varios puntos de la costa gazací.

PROTESTAS EN TODO EL MUNDO

Mientras, las protestas contra la ofensiva israelí se reproducían en muchas partes del mundo. Por ejemplo, en el propio Israel, los árabes israelíes, palestinos con pasaporte del Estado hebreo, se concentraron junto a pacifistas y activistas hebreos en la ciudad de Sajnin.

Decenas de miles de personas señalaron al Gobierno israelí, con el primer ministro Ehud Olmert, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, a la cabeza como responsables de los "crímenes de guerra" perpetrados en la Franja de Gaza.

El presidente del partido árabe-israelí Balad, Jamal Zahalka, que encabezó la manifestación, calificó la protesta como "la mayor demostración pública que se ha visto en la última década", en comentarios recogidos por el diario israelí 'Haaretz'. "El pueblo árabe se encuentra unido en su demanda para que termine la guerra de forma inmediata", añadió.

Las manifestaciones se repitieron también en Londres, París, Berlín, Roma, Atenas o Madrid, donde más de 2.000 personas, según los organizadores, se concentraron ante la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en Madrid para protestar contra los bombardeos sobre Gaza y pedir al Gobierno español que realice "un boicot a Israel y una ruptura de las relaciones diplomáticas" con este país por considerarlo un pueblo fundado sobre "mitos racistas y religiosos".

Durante la protesta, celebrada este mediodía en la plaza Santa Cruz, los asistentes portaron pancartas con frases como "Israel genocida", "Asesinos. Terroristas. Parar esta masacre", que iba ilustrada con fotografías de los ataques, o "Alto al genocidio en Palestina".

Los lemas se repitieron en Londres, donde personalidades como la cantante Annie Lennox o el ex alcalde de la City Ken Livingstone marcharon junto a miles de manifestantes entre la rivera del Támesis y la plaza de Trafalgar entre consignas como "Palestina libre, libre" o "Israel, terrorista".

Muchos de los manifestantes se detuvieron ante el número 10 de Downing Street, residencia del primer ministro británico, Gordon Brown, para lanzar zapatos en un gesto similar al del periodista iraquí que lanzó sus zapatos al presidente estadounidense, George W. Bush, durante una rueda de prensa en Bagdad para protestar por la ocupación del país árabe.

Además, ayer miles de personas salieron a las calles de los principales países musulmanes en respuesta al Día de Furia convocado por el Movimiento Islámico de Resistencia (Hamás) contra la campaña militar israelí sobre la Franja de Gaza.

Hubo manifestaciones en India, Afganistán, Jordania, Indonesia, Turquía, Egipto, Líbano, Yemen, Irán, así como una pequeña manifestación celebrada en Londres por parte de musulmanes británicos y, por descontado, en las cinco principales ciudades de Cisjordania, desde Hebrón a Nablús, pasando por la capital, Ramala.

SITUACIÓN KAFKIANA

El Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH) denunció hoy desde Gaza que la situación en la Franja, ya de por sí "afectada por una crisis humanitaria sin precedentes en los últimos 40 años", es absolutamente insostenible y que reina "la ley de la selva" tras los bombardeos israelíes, aún en curso, sobre la zona, según indicó su director, Raji Sourani, en declaraciones a Europa Press.

Sourani describió apenas horas antes de la incursión por tierra del Ejército israelí una situación "kafkiana", por surrealista, en Ciudad de Gaza. "Es la muerte desde el cielo", indicó Sourani. "Israel ha decidido bombardear una de las zonas con mayor densidad del planeta y que ya padecía, antes de estos ataques, una situación humanitaria desastrosa", indicó el director del centro.

El director del CPDH confirmó la actual cifra de muertos palestinos en los bombardeos, estimada hasta esta tarde en 434 y un total de heridos que rebasa los 2.800. "'Heridos', por llamarles de alguna manera", describió Sourani, "ya que la mayoría de ellos llegan a los hospitales en estado gravísimo". En este sentido, Sourani informó a Europa Press que, de momento, cerca de 90 cadáveres se encuentran todavía sin identificar, "absolutamente despedazados".

El trabajador humanitario aprovechó para criticar duramente la actitud de la Unión Europea y de Estados Unidos, quienes a su juicio se han desentendido de la legalidad internacional por la que "en teoría y en práctica, deberían amparar los derechos de la población civil que es incapaz de defenderse por sí misma".

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