RAMALA (CISJORDANIA), 17 (Reuters/EP)
Las autoridades palestinas e israelíes están tratando de llegar a un acuerdo para poner fin a la huelga de hambre que desde hace más de 250 días mantiene el prisionero palestino Samer Al Issawi, una situación que ha provocado numerosas protestas en las calles de Cisjordania. Con esta negociación, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, pretenden evitar la ola de violencia que podría desencadenar la muerte del reo.
Samer Al Issawi, de 32 años, se encuentra hospitalizado en el centro médico Kaplan, ubicado en la localidad israelí de Rahavot, bajo constante supervisión, donde está recibiendo algunos de los nutrientes por vía intravenosa, si bien continúa negándose a ingerir alimentos. El abogado de Al Issawi ha alertado de que su cliente presenta una frecuencia cardiaca muy baja, razón por la que podría morir en cualquier momento.
El pasado viernes, el Gobierno de Israel le ofreció al preso palestino un acuerdo que incluye su exilio a un país miembro de Naciones Unidas y que conmutaría su pena a un año de prisión, según ha informado a Reuters un funcionario palestino. El portavoz de la oficina del primer ministro israelí, Ofir Gendelman, afirmó que la oferta había sido presentada debido al mal estado de salud que sufre el reo.
Al Issawi, por su parte, ha declarado que sólo aceptará el acuerdo si el año de prisión se aplica de forma retroactiva desde la fecha de su detención en julio de 2012, según ha informado el presidente de la Asociación de Presos Palestinos, Fares Qadura.
"No queremos ver cómo este hombre se suicida", ha declarado un funcionario israelí a Reuters. "Sin embargo, hay fuerzas en el lado palestino que podrían sacar partido de la tragedia", ha añadido. Desde 1948, 207 presos palestinos han muerto en las prisiones de Israel, dos de ellos este mismo año.
"INTERVENGA INMEDIATAMENTE PARA SALVAR LA VIDA DE MI HIJO"
Al Issawi forma parte del grupo de 1.027 prisioneros palestinos que fueron liberados por Israel en 2011 a cambio de la entrega del soldado Gilad Shalit, que fue capturado en junio de 2006 por miembros de las Brigadas Al Qassam --brazo armado de Hamás-- y de los Comités de Resistencia Popular. Sin embargo, Al Issawi fue detenido posteriormente, al igual que otros trece palestinos.
A principios del mes de marzo, Amnistía Internacional (AI) pidió a las autoridades israelíes que garantizasen la atención médica adecuada al preso palestino o que le pusieran en libertad para que pudiera recibir el tratamiento urgente que necesitaba. Según la organización, desde que fue detenido en julio de 2012, Al Issawi fue privado del acceso a su abogado durante 23 días y trasladado posteriormente a la prisión de Nafha, en pleno desierto del Néguev.
El pasado 20 de marzo, la madre del reo envió una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, solicitándole que "intervenga inmediatamente" para salvar la vida de su hijo. Los hermanos de Al Issawi denunciaron entonces que las autoridades israelíes les habían cortado la electricidad y el agua como castigo por la huelga de hambre de Al Issawi.
La familia del preso también ha entregado una carta al representante de la Unión Europea en Jerusalén Este para solicitar su liberación. En respuesta, las autoridades indicaron que la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, se había puesto en contacto con Israel para iniciar conversaciones sobre la liberación de Al Issawi.