BRUSELAS, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores italiano, Franco Frattini, ha reconocido este lunes que Italia está "muy preocupada" por la posibilidad de que se autoconstitiya un Emirato Islámico en Benghazi, en el este de Libia, algo que supondría a su juicio "una amenaza muy seria" para Europa.
En declaraciones a su llegada a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores, Frattini ha reconocido en que la situación actual en Libia constituye "un asunto de preocupación seria" para Roma y ha defendido que "Libia debe comenzar un proceso de reconciliación pacífica a la vez que se respete la integridad territorial de Libia".
El ministro italiano se ha mostrado "muy preocupado" por la posibilidad de que se "autoconstituya" un Emirato Islámico en el este de Libia "a las puertas de Europa", algo que constituiría "una amenaza muy seria". "Esto sería muy peligroso", ha recalcado.
También ha reconocido la preocupación por su país por "el impacto en los flujos de inmigración" procedentes tanto de Libia como de Túnez tras la reciente llegada de más de 5.000 tunecinos en las últimas semanas y ha insistido en la necesidad de que la UE impulse "un plan Marshall" para apoyar la transición democrática en los países del norte de África y el sur del Mediterráneo.
El ministro de Asuntos Exteriores finlandés, Alexander Stubb, se defendido la necesidad de "comprender las preocupaciones de Italia y Malta" por la llegada de miles de inmigrantes tunecinos al reconocer que el control de la presión migratoria es uno de los intereses de la UE en la zona.
Por su parte, el viceprimer ministro y ministro de Exteriores belga en funciones, Steven Vanackere, ha calificado de "amenaza ridícula" la advertencia del dirigente libio Muamar Gadafi de romper la colaboración con Europa para controlar la inmigración ilegal si los Estados miembros continuaban apoyando las protestas democráticas en el país.
"Muchos refugiados que intentan llegar a Europa están retenidos en Libia. La amenaza proferida por Gadafi de abrir el grifo pone a mucha gente nerviosa. Pero es una amenaza ridícula", ha zanjado el belga a su llegada a la reunión de ministros de Exteriores europeos.