TOKIO, 8 Jun. (Reuters/EP) -
Japón podría cerrar sus 54 reactores nucleares el próximo mes de abril, lo que supondría un coste energético anual valorado en más de 3 billones de yenes (unos 25.700 millones de euros). Esta situación podría producirse si las regiones en las que se encuentran dichas plantas así lo estiman por motivos de seguridad, según han confirmado este miércoles fuentes del Ministerio de Comercio, responsable de la política nuclear nipona.
Desde que el pasado 11 de marzo un terremoto y un posterior tsunami azotaran la costa este japonesa y, como resultado, la central nuclear Fukushima-1 quedara gravemente dañada, el Gobierno nipón ha iniciado un proceso de arduo mantenimiento e inspección de todas las centrales del país. Como consecuencia del temor de las autoridades locales a una coyuntura como la de Fukushima, al menos cuatro reactores, que han sido objeto de exámenes y que gozan del visto bueno de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa (NISA), no han sido reactivados. Este organismo controlador ha confirmado que, a pesar de su aprobación, los operadores nucleares se niegan a reanudar su actividad sin el consentimiento de los gobiernos locales.
En principio, las autoridades niponas prevén revisar los 54 reactores nucleares que hay en el país hasta el próximo mes de abril. Si las autoridades locales continúan negándose a restaurar la actividad en sus centrales, el coste anual que acarrearía dicha pérdida de generación energética sería de unos 25.700 millones de euros, según estimaciones realizadas por el Ministerio de Comercio. Esta catidad estaría destinada a la compra de crudo, ya que la producción procedente de las energías renovables aún es reducida.
El cierre de reactores en Japón para el mantenimiento e inspección de sus condiciones de seguridad ha provocado un descenso en la generación energética nuclear de más de un 20 por ciento, hasta el 40,9 por ciento del total en el mes de mayo, el nivel más bajo en más de una década. Fuentes ministeriales han señalado que las centrales niponas trabajan a día de hoy al 36 por ciento de su capacidad.
A raíz del terremoto y el posterior tsunami, cuatro plantas, incluida la de Fukushima-1, se vieron obligadas a clausurar. En la actualidad, sólo 19 reactores están operativos en Japón. El último en ser desactivado para ser inspeccionado fue el número seis de la planta de Kashiwazaki-Kariwa, en el noroeste del país, según ha informado la NISA.
Este mismo reactor estuvo somtedio a un periodo de mantenimiento --que se realiza cada trece meses y dura uno o dos-- este mismo año y que terminó el 9 de marzo, dos días antes de que Japón fuera asolada por un seísmo de 9 grados en la escala Richter y un ulterior tsunami que acabó con la vida de más de 24.000 personas.