TEGUCIGALPA 10 Jul. (Reuters/EP) -
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Romeo Vásquez Velásquez, defendió la actuación del Ejército hondureño de detener y expulsar del país al presidente electo, Manuel Zelaya, asegurando que "la democracia estaba en peligro".
"Lo hicimos por deber, por amor a la patria, porque la democracia estaba en peligro", declaró el general Vásquez en una entrevista a Reuters. "Fuera nos miran mal, pero dentro somos los defensores de la democracia", aseguró el general, que en la mesa de su amplio despacho tiene una Biblia y 'Los Deliberantes', un libro sobre el poder de los militares en Honduras, entre decenas de papeles, informes y carpetas.
El general, de 52 años, admitió que fue una decisión difícil por la amistad personal que le une a Zelaya, a quien soldados secuestraron y expulsaron del país el pasado 28 de junio para detener una consulta que buscaba medir el apoyo popular a una reforma de la Constitución que podría abrir el camino a la reelección presidencial.
"Ahí hay que valorar lo que es la amistad y lo que es el deber con la patria. Tenemos un lema en la Fuerza Armada: amistad termina donde comienza el deber", explicó el general. Muchos en el exterior acusan a Vásquez de ser el responsable de la mayor crisis política centroamericana en dos décadas, pero él dice que el Ejército ejecutó una "decisión de Estado" por mandato de la Corte Suprema de Justicia y del Congreso para evitar muertes y violencia.
Expertos legales coinciden en que el presidente se excedió en sus atribuciones, pero la decisión de sacarlo a la fuerza en pijama rumbo a Costa Rica negándole la posibilidad de defenderse ante un juez y negarle el derecho al debido proceso ha sido muy controvertida dentro y fuera del país.
"Hablan de golpe de Estado por la historia de Honduras, que siempre ha habido golpes militares y se han quedado en el poder (...) Pero los militares entramos ahora como un órgano ejecutor al cumplir órdenes de otras autoridades", aseguró, aunque se negó a revelar quién exactamente tomó la decisión de sacar a Zelaya.
Aunque es consciente que muchos lo seguirán llamando golpista, él insiste en que es un "soldado demócrata". "Se toman riesgos para evitar males mayores (...) El mejor juez que tenemos es la Historia", concluyó.