WASHINGTON, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El juez federal del Condado de Orange Cormac J. Carney ha dictaminado este miércoles que la pena de muerte en el estado de California "viola la prohibición de la Constitución de Estados Unidos en lo que respecta al castigo cruel e inusual".
Carney ha denunciado que la pena de muerte en el estado de California se ha visto marcada por "grandes retrasos" en la aplicación de la misma, lo que provoca "incertidumbre" para los reclusos, la mayoría de los cuales nunca será ejecutado.
En concreto, desde 1978 más de 900 personas han sido condenadas a la pena capital en California y sólo 13 han sido ejecutadas, tal y como ha explicado el magistrado, en unas declaraciones publicadas por el diario estadounidense 'Los Angeles Times'.
"Para el resto, la administración disfuncional del sistema de la pena de muerte en California ha resultado y continuará resultando en un periodo de retraso desordenado e impredecible previo a su ejecución", ha apostillado Carney.
Este juez federal se ha pronunciado sobre una petición presentada por los abogados de Dewayne Jones, quien fue condenado a morir hace más de dos décadas por violar y matar a la madre de su novia. Carney insiste en que el recluso se enfrenta a la "completa incertidumbre" sobre cuándo va a ser ejecutado o si finalmente se cumplirá la condena.
El magistrado --quien fue nombrado en su cargo en 2003 por el entonces presidente George W. Bush-- insiste en que los retrasos han creado un sistema en el que "factores arbitrarios, más que factores legítimos, como la naturaleza del crimen o la fecha de la sentencia, determinan si un individuo será ejecutado".