MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha depositado ya su voto en la segunda ronda de las elecciones presidenciales y ha hecho un llamamiento al voto ciudadano en lo que supone "otro paso adelante hacia la paz, la estabilidad y el progreso", según declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Pajhwok.
Tras depositar su papeleta en el instituto de Habiba, Karzai, acompañado de su vicepresidente segundo Mohammad Karim Jalili, ha declarado que la participación popular en este ejercicio democrático preparará el camino a la nueva generación de afganos.
De los comicios saldrá el sucesor de Karzai; un puesto que se disputan Abdulá Abdulá y Ashraf Ghani.
Abdulá fue ministro de Exteriores entre 1998 y 2001 de la Alianza del Norte --coalición de facciones guerrilleras creadas en 1996 con el objetivo de derrocar el régimen de los talibán-- y, posteriormente, entre 2001 y 2005 cuando se retiró para optar a la Presidencia.
Por su parte, Ghani es también un candidato con un gran proyección internacional gracias a sus anteriores trabajos en el Banco Mundial y su papel como ministro de Finanzas, cuando intentó levantar la colapsada economía afgana tras el régimen talibán.
Tras una primera vuelta con una alta participación y una limitada actividad de los talibán --si bien los insurgentes aseguraron haber ejecutado centenares de ataques y haber alterado el proceso--, la mayoría de las miradas se posaron en los numerosos casos de fraude y otros delitos electorales.
De hecho, aunque tanto Abdulá como Ghani se apresuraron a reconocer los resultados que les daban como contendientes en la vuelta definitiva, dejaron clara su disconformidad con la situación y criticaron abiertamente a la Comisión Electoral Independiente (CEI).
Abdulá logró el 45 por ciento de los sufragios, frente al 31,6 obtenido por Ghani. A más distancia se situó Zalmai Rassoul, que, pese a ser el favorito del actual mandatario, Hamid Karzai, terminó tercero, con un 11,4 por ciento de los votos.
En respuesta, el organismo despidió a 3.000 empleados acusados de haber cometido fraude durante la primera vuelta y aseguró que no les permitiría participar en la segunda ronda.
El propio presidente, Hamid Karzai, ha emitido un mensaje en la víspera de las elecciones para solicitar a los organismos electorales que mantengan la neutralidad, al tiempo que ha pedido a la población que acuda a las urnas.