KINSASA, 22 Jun. (Reuters/EP) -
El candidato opositor a la presidencia de la República Democrática del Congo (RDC), Moise Katumbi, ha sido condenado en ausencia este miércoles a tres años de cárcel y a pagar una multa de un millón de dólares por haber vendido una casa que no le pertenecía.
Katumbi ha negado los cargos presentados contra él y ha asegurado que se trata de una invención para debilitar su candidatura, especialmente después de otra inquina presentada el mes pasado en la que se le acusaba de haber participado en un complot contra el Estado junto a un grupo de milicianos.
El candidato a la Presidencia se encuentra actualmente en Europa recibiendo atención médica y es el principal candidato para ganar las elecciones de noviembre y así sustituir al actual presidente, Joseph Kabila.
Su abogado, Barthelemu Mumba Gama, ha denunciado que los tribunales han "violado de manera constante las normas del proceso" juzgando a Katumbi en ausencia a pesar de que recibió un permiso del fiscal general de la RDC para salir del país.
El portavoz del Gobierno, Lambert Mende, negó este miércoles que los cargos presentados pudieran tener cualquier tipo de motivación política.
El fiscal del caso ha asegurado ante el tribunal que Katumbi había vendido una casa que no le pertenecía en la ciudad de Lubumbashi. Los abogados del opositor han declarado que le pertenecía a su hermano mayor, Raphael Katebe Katoto, y que ambos crecieron allí.
Los partidarios de Katumbi temen que las autoridades no le dejen volver al país a pesar de que obtuvo un permiso el 20 de mayo, un día después de haber sido acusado de contratar a mercenarios.
La RDC vive un ambiente de tensión política notable. El presidente Kabila, que lidera el Gobierno desde 2001, ya no podrá presentarse de nuevo a las elecciones a causa de las limitaciones constitucionales para la reelección. Los críticos con la Administración acusan al presidente de hacer todo lo posible para retrasar las elecciones como una forma de aferrarse al poder.
El Gobierno anunció que es posible que las elecciones no se puedan celebrar dentro de las fechas previstas por cuestiones logísticas, un retraso que Naciones Unidas advirtió la semana pasada de que provocaría un descontento generalizado.