BRUSELAS, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han mantenido una "acalorada" discusión sobre inmigración, en el debate sobre si el compromiso de realojar en los Estados miembros a 40.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia debe ser obligatorio o no.
Las discusiones sobre el modo en que los estados miembro debían repartir la carga de la reubicación de estos 40.000 demandantes de asilo se fue haciendo "más y más acalorada" cuando se planteó que este compromiso adquiriera carácter "voluntario", han informado fuentes diplomáticas.
Los Veintiocho han aceptado la propuesta de la Comisión Europea de redistribuir en el resto de Estados miembros a 40.000 inmigrantes con "clara necesidad de protección internacional" llegados en primer lugar a Italia y Grecia.
Pero han enterrado otra propuesta de Bruselas para fijar un sistema de cuotas obligatorias de reparto por países, por el rechazo de al menos una docena de Estados miembros, entre ellos España.
Aunque en el debate se han observado desacuerdos entre el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo, Donald Tusk, la intervención más tensa la ha protagonizado el primer ministro italiano, Mattero Renzi, quién ha echado en cara a sus socios europeos falta de compromiso en la crisis migratoria.
"Si esta es vuestra idea de Europa, quedáosla. O hay solidaridad o no me hagáis perder el tiempo", ha recriminado el italiano al resto de mandatarios, según ha informado el diario italiano 'La Stampa'. Renzi ha avisado a sus colegas de que si persistían en la idea de un sistema voluntario, podrían "cancelar" el acuerdo.
"Si no estáis de acuerdo, no sois dignos de llamaros Europa", ha lamentado, siempre según el citado diario italiano.
Para rebajar la tensión, los líderes han aparcado la discusión sobre inmigración mientras se negocia un nuevo texto y han pasado a debatir la petición del 'premier' británico, David Cameron, de reformas en la política europea, de cara al referéndum de permanencia en la UE, han apuntado fuentes diplomáticas.
Las diferencias en materia de inmigración han alargado la primera jornada del Consejo europeo más allá de la medianoche.