BELFAST 23 Feb. (Reuters/EP) -
Los líderes políticos de Irlanda y Reino Unido condenaron este martes el atentado con coche bomba de anoche frente a un tribunal de Irlanda del Norte, dos semanas después de que las autoridades norirlandensas alcanzaran un acuerdo sobre la transferencia de las competencias policiales y judiciales de Londres a Belfast.
La bomba, que contenía 115 kilos de explosivos, según la Policía, provocó amplios daños cuando hizo explosión fuera del tribunal, en la ciudad fronteriza de Newry, la noche del lunes. El atentado, que no causó heridos, es el último que se produce dentro de un incremento de los atentados en Irlanda del Norte y el primero de la última década en el que explota un artefacto explosivo.
"Las personas que perpetraron este atentado están decididas a destruir todo lo que se ha logrado en los últimos meses. Su único objetivo es devolver a Irlanda del Norte a su pasado más oscuro", dijo el ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, en un comunicado.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Micheal Martin, dijo que el ataque es injustificable, y un portavoz del primer ministro británico, Gordon Brown, advirtió a una pequeñísima minoría de que no se permitirá que dañe el proceso de paz.
La Policía evacuó la zona después de recibir un aviso, pero el jefe de la Policía provincial, Matt Baggott, consideró que fue un milagro que la explosión no causara muertos.
Hace dos semanas, el Partido Unionista Democrático (DUP por sus siglas en inglés) y el republicano Sinn Fein llegaron a un acuerdo sobre la transferencia de las competencias policiales y judiciales de Londres a Belfast.
INCREMENTO DE ATENTADOS
Los atentados, a menudo dirigidos contra la Policía, se han incrementado desde marzo de 2009, cuando grupos republicanos disidentes mataron a dos soldados en un cuartel del condado de Antrim, al noroeste de Belfast, y al día siguiente a un policía.
La mayoría de los analistas coinciden en que los grupos disidentes republicanos no suponen una amenaza fundamental al acuerdo de paz de 1998, que puso fin a tres décadas de conflicto a costa de 3.600 vidas.
Baggott instó a la población a aislar a esos grupos minoritarios. "Ésta es una minoría de la población que está viviendo en un mundo de violencia muy solitario", declaró en rueda de prensa.
Según dijo, los terroristas llamaron a un hospital local para avisar de la colocación del explosivo y dieron 30 minutos, pero la bomba hizo explosión 17 minutos después del aviso, cuando la zona estaba siendo evacuada, una imprecisión que fue "al menos imprudente y cruel en el peor de los casos".
El último coche bomba que explotó en la provincia fue en una comisaría del condado de Tyrone en 2000, aunque más recientemente detonaron artefactos explosivos.