MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elarabi, ha solicitado este lunes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que adopte las medidas necesarias y que "tome medidas con rapidez" contra Israel para detener su política de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.
A través de un comunicado, Elarabi ha argumentado que la decisión "progresiva" de construir nuevas viviendas cerca de Jerusalén podría poner fin a las esperanzar de relanzar el proceso de paz, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
En este caso, el plan contempla la "delimitación preliminar y los trabajos de planeamiento" para construir 3.000 viviendas en la denominada zona E1 de Jerusalén. Si Israel cumpliera sus planes y construyera viviendas en esta zona dejaría dividido en dos el territorio de Cisjordania, minando las esperanzas de los palestinos de poder crear su futuro estado.
Asimismo, Elarabi ha indicado que, aparentemente, los comunicados de condena no son suficientes para poner fin a "las violaciones en el interior de los territorios palestinos", por lo que ha pedido que se pongan en marcha medidas de castigo contra Israel.
Elarabi ha descrito además al Cuarteto para Oriente Próximo --compuesto por Naciones Unidas, la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos-- como "ineficaz", al tiempo que ha solicitado a los países árabes que acudan a la ONU para presionar a Israel y conseguir que se retire de los territorios palestinos.
"Espero que los (países) árabes acudan ante el Consejo de Seguridad muy pronto y digan que no queremos todo esto. Está la resolución 242 (del Consejo de Seguridad), que estipula que los territorios ocupados han de ser desocupados. Llevémoslo a cabo", ha afirmado.
"O el Consejo de Seguridad hace frente a sus responsabilidades o tendremos que convocar una conferencia internacional. Esta posibilidad está en el aire", ha apostillado, en referencia a la reunión que celebrará el domingo en Qatar el comité de la Liga Árabe sobre el proceso de paz.
ISRAEL MANTIENE SU DECISIÓN
El Gobierno israelí ha asegurado este lunes que no tiene intención de dar marcha atrás en su decisión de autorizar la construcción de 3.000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este a pesar de la críticas que ha recibido de la comunidad internacional.
Reino Unido, Francia, Suecia y España han convocado este lunes a los respectivos embajadores israelíes para transmitirles su malestar por la decisión del Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu. El Gobierno israelí aprobó esta expansión de los asentamientos en territorios palestinos después de que la Asamblea General de Naciones Unidas decidiera aceptar como Estado observador no miembro a Palestina.
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha reiterado su oposición a la construcción de 3.000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este por parte de Israel, por "dañar especialmente la solución de dos estados", y ha instado a las partes a volver a las negociaciones para alcanzar la paz.
"Estados Unidos se opone a todas las acciones unilaterales, incluida la construcción de asentamientos y casas en Jerusalén Este, ya que complican los esfuerzos para volver a las negociaciones bilaterales", ha indicado el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
El portavoz ha destacado que la construcción de viviendas en la zona E1 es "sensible" ya que "daña especialmente la solución de dos estados". "Hemos dejado claro a Israel que esa política va en contra de las políticas de Estados Unidos", ha explicado.