BANGUI, 7 Feb. (Reuters/EP) -
Una multitud enfurecida ha asesinado y mutilado a un hombre que se había caído de un camión en el que viajaban musulmanes que huían de la capital de República Centroafricana, Bangui, este viernes, según han informado testigos.
Este ataque es el segundo de este tipo después de que el miércoles soldados lincharan a otro hombre al que acusaron de ser miembro de los rebeldes de Séléka, tras una ceremonia oficial en Bangui a la que había asistido la presidenta interina, Catherine Samba-Panza.
Un hombre se ha caído del convoy y ha sido asesinado por la multitud, ha relatado a Reuters el coordinador de emergencias de Human Rights Watch, Peter Bouckaert, precisando que le han cortado las manos y los genitales.
"Había fácilmente más de 10.000 personas y esa es una estimación muy conservadora", ha afirmado, en referencia a la cantidad de personas que iban en el convoy que abandonaba Bangui.
El director de la Cruz Roja, Pastor Antoine Mbao Bogo, ha indicado que su organización fue llamada posteriormente para recoger el cuerpo mutilado y ha precisado que también han recuperado otros tres cadáveres este viernes.
Un testigo de Reuters ha visto unos 20 camiones pick-up que abandonaban Bangui a primera hora de esta mañana, en el último capítulo del éxodo de los musulmanes de la capital y otras zonas del sur de República Centroafricana.
Soldados de la fuerza africana de paz procedentes de Chad escoltaban el convoy y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, que trataron de asaltar dos camiones que se habían quedado atrás, acusando a las personas que había dentro de ser chadianos armados.
Más de una cuarta parte de la población de la antigua colonia francesa ha abandonado sus hogares como consecuencia de la nueva ola de violencia entre los antiguos rebeldes de Séléka, principalmente musulmanes, y los grupos de autodefensa cristianos 'antibalaka'.
BARRIOS ENTEROS VACÍOS
"Barrios enteros están siendo vaciados de musulmanes. Su presencia está siendo borrada de esta ciudad", ha denunciado Bouckaert. "Sus mezquitas están siendo demolidas ladrillo a ladrillo", ha precisado, añadiendo que solo ha visto que siga en pie una de las ocho mezquitas que había en un barrio de Bangui.
Los musulmanes están bajo amenaza porque se les identifica con los combatientes de Séléka, que se hicieron con el poder el pasado marzo y lanzaron una campaña de ocupación de localidades y ciudades marcada por los saqueos, la tortura y los asesinatos.
El resentimiento contra Séléka entre la mayoría cristiana del país llevó a la formación de las milicias cristianas 'antibalaka', que significa antimachete en la lengua local sango. La presencia de 1.600 soldados franceses y 5.000 efectivos de la Unión Africana no ha conseguido detener la violencia, que la ONU estima ha dejado más de 2.000 muertos.