El Gobierno se ha comprometido a aliviar la carga que soporta Jordania acogiendo a 150 sirios que han huido de la guerra en su país
MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un primer grupo de refugiados sirios procedentes de los saturados campamentos de Jordania ha llegado a España en el marco de un programa internacional de reasentamiento para ayudar a los países vecinos de Siria a hacer frente a la avalancha de refugiados que huyen de la guerra en su país, han informado a Europa Press fuentes del Gobierno.
España se comprometió a acoger a unos 130 refugiados durante 2014 pero hasta el pasado 17 de diciembre no llegaron los primeros 30, pertenecientes a varias familias. La razón del retraso, según apuntan fuentes diplomáticas, es que nuestro país no figura entre los preferidos por los sirios para emigrar, pues prefieren otros con más oportunidades de empleo y a ser posible donde tengan familiares o allegados.
Para este 2015, el Gobierno se ha ofrecido a acoger a un mismo cupo de 130 sirios de los campamentos de refugiados de Jordania, donde se hacinan más de un millón de personas. Para atenderles y ayudarles a iniciar una vida en España, la Administración dispone de un presupuesto de 2,6 millones de euros con los que se financia un programa de atención a estas personas que gestiona de manera mixta el Gobierno y ONG como Cruz Roja, CEAR y Accem.
Les alojan en algunos de sus centros --tras unos meses pueden recibir una ayuda para alquilar un piso o una habitación-- y les garantizan manutención, asesoramiento legal, asistencia psicológica, escolarización de menores, facilitación para la homologación de títulos escolares y universitarios, asistencia para la integración laboral, y atención sanitaria.
Este apoyo, que persigue acompañarles en su proceso de integración en la sociedad española, suele concluir al cabo de 18 o 24 meses, periodo en el que se considera que están equiparados en derechos al resto de ciudadanos españoles. Tienen permiso de trabajo y residencia, y libertad para moverse a otro país europeo.
La realidad en cambio tiene poco que ver con esa pretendida integración en España. Las escasas oportunidades laborales en nuestro país empujan a la mayoría a viajar a otro país, según reconoce a Europa Press la responsable del Area de Acogida de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), Mónica López.
Desde Accem, ONG que ha acogido a dos familias de este primer grupo de refugiados procedentes de Jordania, prevén que este 2015 lleguen más ciudadanos sirios desde Jordania pero vaticinan que vendrán "poco a poco", nunca de una tacada.
Pero España también ha acogido a otros sirios que han llegado por sus propios medios a nuestro país, muchos de ellos a través de Ceuta y Melilla, y cuyo número se ha ido incrementando progresivamente.
López asegura que en la actualidad y debido a la saturación de los solicitantes sirios de protección internacional en el Centro de Internamiento Temporal de Inmigrantes de Melilla la Administración española está dando "prioridad" a los solicitantes sirios, a quienes poco a poco se va trasladando a la Península en función de las plazas disponibles en el programa de acogida.
SE DISPARAN LAS PETICIONES DE PROTECCIÓN
Si en el año 2011 se presentaron en España 97 solicitudes de protección internacional por parte de ciudadanos sirios, en 2012 ese número ascendió a 254, en 2013, se disparó a 712; y hasta junio de 2014 se habían formalizado 331 peticiones. Desde Accem elevan la cifra total de solicitudes de protección internacional en 2014 a 1.510.
A la mayoría de ellos, víctimas de una guerra generalizada, se les concede la protección subsidiaria, que en la práctica conlleva la misma protección que el estatuto de asilo, reservado a aquellas personas que han huido de su país por una persecución individualizada, ya sea por su afiliación política, religiosa o por su pertenencia a un grupo étnico.
De hecho, según las últimas cifras oficiales (hasta junio de 2014), España ha concedido protección internacional a 523 personas de origen sirio, de las cuales solo 16 fueron reconocidos como asilados, mientras que al resto se les concedió la protección subsidiaria.