Actualizado: martes, 28 marzo 2017 15:31


LONDRES, 28 Mar. (Reuters/EP) -

El Ejecutivo central británico estudiará "todas las opciones" si fracasan las conversaciones para formar gobierno en Irlanda del Norte, lo que deja también sobre la mesa la posibilidad de implantar el "control directo" por primera vez desde 2007.

Londres se guarda bajo la manga la posibilidad de asumir la gestión administrativa de Irlanda del Norte en caso de estancamiento político, si bien se trata de una cuestión espinosa habida cuenta de que la última vez que se recurrió a esta vía costó cinco años revertirla.

La política norirlandesa vive sumida en la incertidumbre desde la ruptura de enero entre el Partido Unionista Democrático (DUP) y el Sinn Féin y las posteriores elecciones anticipadas, celebradas el 2 de marzo. El próximo lunes expira el plazo de tres semanas para formar gobierno.

"No queremos ver una vuelta al control directo", ha advertido el ministro británico para Irlanda del Norte, James Brokenshire, en declaraciones ante el Parlamento. Sin embargo, si las conversaciones "no logran su objetivo", Londres está dispuesto a "estudiar todas las opciones".

En este sentido, el ministro ha explicado que el Parlamento británico comenzaría el 18 de abril a cubrir el vació legislativo generado en Irlanda del Norte, aprobando cambios en materia de impuestos sobre vivienda y empresas.

"En ausencia del Gobierno local, depende del Gobierno británico proporcionar la estabilidad política", ha añadido Brokenshire.

Para el presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, la vuelta al control directo sería "un enorme acto de mala fe" por parte de Londres. El partido republicano ha insistido en su veto a la líder del DUP, Arlene Foster, como ministra principal, hasta que se aclare un polémico programa energético.

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