MADRID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, ha rechazado este miércoles la eventual celebración de un referéndum sobre la independencia de la región semiautónoma del Kurdistán y ha sostenido que "nadie tiene derecho a explotar los acontecimientos para imponer una política de hechos consumados", según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
Las palabras de Al Maliki han llegado apenas un día después de que el presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, anunciara la celebración de dicho referéndum, asegurando que Irak ya está "efectivamente dividido".
Barzani defendió el papel de los kurdos para aportar una solución política a la crisis motivada por el avance del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS). En declaraciones a la BBC, el presidente de la región del Kurdistán sostuvo que "todo lo que ha ocurrido recientemente muestra que es un derecho que el Kurdistán consiga la independencia".
Este mismo miércoles, Al Maliki ha indicado además que espera superar los retos que impiden la formación de un nuevo gobierno, un día después de que la primera sesión del nuevo Parlamento terminara sin un acuerdo sobre los principales cargos del Estado.
"Se produjo un estado de debilidad pero, si Dios quiere, en la próxima sesión (prevista para el próximo martes) lo superaremos con la cooperación y el acuerdo", ha afirmado Al Maliki.
La nueva cámara legislativa, elegida en abril, está recibiendo presiones para formar un gobierno de unidad nacional que permita avanzar en la crisis creada por el ISIS. La formación del último gobierno iraquí, liderado por el actual primer ministro, el chií Nuri al Maliki, se prolongó durante diez meses.
La sesión del martes ha estado marcada por la tensión, después de que suníes y kurdos abandonaran la sala tras acusar a los chiíes de no nombrar a un primer ministro que sustituya a Al Maliki, cuyo partido se impuso en las legislativas.
En las últimas semanas, gran parte de la comunidad internacional y varios importantes clérigos chiíes del país han abogado por la creación de un Gobierno de unidad, si bien se han encontrado con el rechazo frontal de Al Maliki, que sostiene que su partido tiene derecho a conformar Gobierno.
En base al sistema de reparto de poderes existente en el país, el primer ministro ha de ser chií, el presidente del Parlamento ha de ser suní, y el presidente del país ha de ser kurdo.
De esta forma, suníes y kurdos se han negado a nominar a sus candidatos la Presidencia del Parlamento y la Presidencia del país alegando que no lo harán hasta que los chiíes procedan a elegir al primer ministro.