RABAT, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno marroquí ha anunciado que "retira su confianza" al enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, por mantener una postura "desequilibrada" y "parcial" sobre el conflicto territorial de la antigua colonia española.
La decisión de Rabat se produce tras un informe de Ross presentado en el Consejo de Seguridad por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y que contenía críticas contra Marruecos, al que acusó incluso de espiar a la Misión de Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) y de limitar el contacto entre la población y este contingente.
El portavoz del Gobierno marroquí, Mustapha el Jalfi, ha leído un comunicado en el que Rabat insta a Ban a "tomar las decisiones apropiadas para hacer avanzar el proceso de negociaciones sobre el Sáhara", al tiempo que reitera su compromiso con las resoluciones adoptadas con el Consejo, dentro de las cuales figura la defensa del diálogo como fórmula para lograr una "solución política duradera y consensuada".
El Ejecutivo de Marruecos ha remitido a Ban su análisis sobre varias cuestiones relativas al Sáhara Occidental y, en particular, relacionadas con el último informe presentado por el secretario general de la ONU, el "desgaste" del proceso de negociación con el Frente Polisario --"sin perspectivas ni posibilidades"-- y las últimas actuaciones "desequilibradas y parciales" del enviado especial, informa la agencia oficial MAP.
Naciones Unidas auspicia las conversaciones entre Marruecos y el Frente Polisario para alcanzar un acuerdo sobre el estatus del Sáhara Occidental desde 1976, cuando ambos se enfrentaron al término de la administración colonial de España. Desde hace más de tres años, es Ross quien ocupa el cargo de enviado especial.
Las conversaciones permanecen estancadas en la medida en que tanto el Frente Polisario, que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), como el Gobierno marroquí mantienen invariables sus principales reivindicaciones. Así, mientras el Polisario defiende la independencia del territorio, Rabat sólo contempla la concesión de una mayor autonomía.