MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Más de 21.000 alumnos y profesores han resultado heridos por los ataques lanzados contra escuelas en países en conflicto durante los últimos cinco años, según un informe de la Coalición Global para Proteger a la Educación de Ataques (GCPEA), que ha examinado más de 12.700 incidentes en el periodo 2013-2017.
La Coalición ha constatado que el último lustro 41 países han sufrido más de cinco ataques a zonas escolares, incluido al menos uno deliberado o con víctimas mortales, lo cual supone un drástico aumento respecto a los 30 escenarios de violencia del periodo 2009-2013.
Los investigadores han analizado especialmente 28 países con más de una veintena de ataques, entre los cuales han destacado, por el número de casos, República Democrática del Congo (RDC), Nigeria, Filipinas, Sudán del Sur, Israel, Palestina, Siria y Yemen, según un comunicado de Save the Children, que forma parte de la GCPEA.
En el caso de Yemen, más de 1.500 escuelas y universidades sufrieron daños o fueron destruidas por ataques aéreos y combates o utilizadas con fines militares, mientras que en Siria el número de casos superaría los 650. El informe también advierte de que, en Filipinas, los distintos bandos persiguieron o intimidaron al menos a un millar de estudiantes y profesores.
ATAQUES CONTRA NIÑAS
En 18 de los países analizados por la GCPEA, entre ellos Afganistán y República Democrática del Congo, se han registrado ataques deliberados contra escuelas de niñas. Por ejemplo, una cuarta parte de los incidentes en territorio afgano corresponden a este tipo de centros, según el informe.
Las niñas y mujeres también son víctimas recurrentes de abusos sexuales y violaciones en los centros educativos o cerca de ellos. En República Democrática del Congo, un grupo armado secuestró en 2017 a ocho menores a las que secuestró y violó durante tres meses.
Por otra parte, las fuerzas y grupos armados también reclutaron niños soldado en escuelas de 16 países. En un incidente ocurrido en diciembre de 2013, más de 400 estudiantes estudiantes de la ciudad sursudanesa de Rubkona fueron reclutados a la fuerza para el combate.
Además, el informe constata el uso de escuelas y universidades con fines militares en 29 países, lo que implicó la reconversión de centros teóricamente protegidos en bases, cuarteles o centros de detención, entre otros objetivos militares.
La directora ejecutiva de la GCPEA, Diya Nijhowne, ha advertido de que "la enseñanza y el aprendizaje se han vuelto cada vez más peligrosos, y las vidas de los estudiantes, profesores y académicos a menudo corren peligro". "Las escuelas y las universidades deberían ser espacios seguros y protegidos, pero las fuerzas armadas y los grupos armados continúan convirtiéndolos en sitios de intimidación y violencia", ha lamentado.