MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 1,3 millones de nigerianos han tenido que abandonar su casa tras las peores inundaciones sufridas en Nigeria en más de 40 años, con 30 de los 36 estados afectados desde que comenzó la temporada de lluvias en julio, durante la que han muerto 431 personas, según la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA).
Los estados de Delta y Bayelsa son los más perjudicados, en los que 120.000 personas se han quedado sin casa, según la Cruz Roja de Nigeria. Miles de personas en estas dos regiones han tenido que volver a ser trasladados después de que los campamentos se inundasen. Los colegios han cerrado o se han convertido en refugio para los desplazados.
Los granjeros y agricultores se han lamentado por la ruina sufrida por las cosechas. Philip Ofodemu, un granjero de Delta, ha indicado que pretende que el Gobierno les indemnice y que ofrezca una solución duradera ante la amenaza de más inundaciones.
La agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN, ha señalado que la mayor parte de los desplazados no tienen acceso a comida. El miércoles, el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, anunció un paquete de medidas de 111 millones de dólares (86 millones de euros) para las zonas más afectadas, mientras las ONG piden donaciones para mantener sus operaciones.
La mayor parte de los afectados por las riadas ha criticado que las autoridades no han hecho nada para prevenirlas, a pesar de que Bayelsa y Delta siempre acaban inundados en la temporada de lluvias, entre agosto y octubre.