BERLÍN, 9 Dic. (Reuters/EP) -
El 58 por ciento de los alemanes ven a los refugiados y su integración en la sociedad como uno de los mayores problemas del país, según una encuesta publicada este viernes por Forschungsgruppe Wahlen para la cadena alemana ZDF.
Como consecuencia por la ola de inmigrantes que comenzaron a llegar a Alemania en grandes números el verano pasado, la popularidad de la canciller alemana, Angela Merkel, se ha visto afectada. Sin embargo, Merkel planea presentarse a lo que serían sus cuartas elecciones federales, pero espera que sean "duras como ninguna".
Con respecto a la popularidad de la canciller en relación a las políticas de refugiados, los bandos están más bien igualados: mientras un 50 por ciento de la población alemana cree está haciendo un buen trabajo, un 45 por ciento opina que es "más bien mala", según los resultados de la encuesta, en la que participaron 1.234 personas desde el 6 al 8 de diciembre.
A casi el 60 por ciento de los encuestados les preocupa que el dinero empleado en los refugiados no esté siendo empleado realmente en políticas de migración, el 52 por ciento teme que el alto número de inmigrantes eleve los índices de criminalidad y sólo menos del 30 por cierto creen que los valores culturales y sociales de Alemania podrían verse amenazados por los refugiados.
En 2015 Europa alcanzó el récord en materia de refugiados con más de 890.000 inmigrantes, en su mayoría musulmanes procedentes de Oriente Próximo y África, entre otros, lo que dio lugar a preocupaciones en relación a los temas de seguridad e integración.
Este año, según la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (OFMR), el número de solicitantes de asilo es de 305.000 en lo que llevamos de año. Este número se considera elevado porque algunos inmigrantes han sido registrados en las bases de datos más de una vez. La OFMR recibió 26.438 peticiones de asilo en Noviembre del año pasado, una caída del 54 por ciento en comparación con 2016.
En respuesta a una pregunta de uno de los partidos de la oposición, el Gobierno alemán ha expuesto que un total de 281 tunecinos, marroquíes y argelinos fueron deportados del país en los tres primeros trimestres de 2016 después de que 13.000 norteafricanos llegasen en 2015.