LONDRES/BELFAST, 7 (Reuters/EP)
El Tribunal Supremo británico ha expresado su rechazo a la ley del aborto de Irlanda del Norte por considerar que es incompatible con la Convención Europea de Derechos Humanos, si bien ha reconocido que no tiene competencias para dictar un fallo que obligue a cambiar la norma.
La región de Irlanda del Norte es la única parte de Reino Unido que tiene una legislación tan restrictiva en materia de aborto, permitiendo únicamente esta práctica cuando la vida de la madre corre peligro. Su posición se ha quedado aún más aislada después de que Irlanda apoyara en referéndum la retirada de la prohibición del aborto.
Los activistas defensores del derecho al aborto han asegurado que la declaración del Supremo sobre la incompatibilidad de la ley norirlandesa del aborto con la Convención Europea de Derechos Humanos supone una "decisión fundamental" y debería llevar al Gobierno británico a impulsar su reforma. Por su parte, los grupos antiabortistas han dicho que la declaración del alto tribunal no implica ningún requerimiento de acción.
Cuatro de los siete jueces del Tribunal Supremo han sido los que han considerado que la ley del aborto de Irlanda del Norte es incompatible con la Convención Europea de Derechos Humanos. Sin embargo, una mayoría distinta integrada también por cuatro jueces de los siete ha dicho que la Comisión de Derechos Humanos de Irlanda del Norte, que se propone reformar la ley, no tiene competencias para asumir la tarea.
"Como tal, el tribunal no tiene jurisdicción para hacer una declaración de incompatibilidad en este caso", ha asegurado el Supremo, en un comunicado sobre su decisión.
La Comisión de Derechos Humanos de Irlanda del Norte había argumentado que la ley debería cambiarse para permitir los abortos en los casos en los que el embarazo sea consecuencia de una violación o un incesto o en casos de malformaciones graves.
La Comisión ha celebrado la declaración del Supremo sobre la incompatibilidad de la norma en relación a la Convención Europea pero ha lamentado que diga que no puede asumir este caso. Otros activistas se han sumado a la Comisión para reclamar al Gobierno británico que actúe cuanto antes para cambiar la norma.
"Esta es una decisión fundamental que confío en que lleve a cambios que mejorarán las vidas de las mujeres en Irlanda del Norte y la atención que recibe", ha afirmado en un comunicado Breedagh Hughes, directora para Irlanda del Norte del Colegio Real de Matronas.
El Parlamento de Irlanda del Norte tiene competencias para cambiar la legislación en materia de aborto. La cámara rechazó legislar en caso de violaciones o malformaciones graves en febrero de 2016 y desde enero de 2017 no ha vuelto a reunirse.