MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido de que al menos 155 niños han quedado huérfanos o separados de sus padres debido al último brote de ébola en el este de República Democrática del Congo (RDC).
Según ha afirmado UNICEF, los niños que pierden a sus padres están en riesgo de ser "estigmatizados, aislados o abandonados" a lo que hay que sumarle la pérdida de un ser querido.
"La pérdida de un padre o un ser querido puede ser una experiencia profundamente perturbadora para un niño", ha señalado el representante de UNICEF en la República Democrática del Congo, el doctor Gianfranco Rotigliano.
"Nuestra misión es proteger y ayudar a todos los niños afectados por el virus del ébola. A medida que el brote continúe, seguiremos coordinando con nuestros socios para asegurar su bienestar físico, emocional y psicológico", ha aseverado.
Además, de los 155 niños, alrededor de 112 se encuentran en edad escolar y UNICEF trabaja junto a sus socios para que vuelvan a la escuela.
"Regresar a la escuela es esencial para los niños huérfanos o no acompañados", ha afirmado Rotigliano. "Trae estabilidad, un sentido de pertenencia a la comunidad y esperanza para el futuro", ha añadido.
RDC ha experimentado 10 brotes de ébola desde que la enfermedad fue descubierta por primera vez en el norte de este país en 1976. Las autoridades sanitarias han hecho progresos para ralentizar la propagación de la enfermedad con vacunas y tratamientos experimentales, pero la violencia y la inestabilidad imperante en el este de RDC complica el acceso a algunas zonas.