LONDRES, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos 18 personas fallecieron hoy como consecuencia del impacto de varios proyectiles en el mercado de Bakara, el más importante de la capital somalí, Mogadiscio, según informaron testigos presenciales.
Un reportero de la BBC explicó que insurgentes islamistas dispararon morteros desde esta zona contra el palacio presidencial. Las tropas gubernamentales y los aliados etíopes respondieron y un proyectil que impactó contra uno de los lugares más concurridos del mercado.
"Primero impactó un mortero, matando a dos personas. Mucha gente huyó y entonces aterrizó otro, matando a otras 13 en ese punto", explicó un vendedor de Bakara, que dijo haber visto los 15 cadáveres junto a su puesto.
Otro vecino de Mogadiscio señaló que el proyectil que lanzaron los insurgentes desde el mercado impactó contra una casa y acabó con la vida de un niño de 13 años. Otros testigos indicaron que otras tres personas fallecieron durante el bombardeo.
Por otro lado, la explosión de una mina acabó con la vida de un conductor de Naciones Unidas en la ciudad portuaria de Merca, en el sur del país. Un responsable italiano y otro somalí que iban en el vehículo están ingresados en un hospital, pero su vida no corre peligro, según explicó un médico de la zona.
Mientras, dos soldados somalíes murieron en un ataque en el barrio K-4 de Mogadiscio, donde se encuentran apostadas algunas fuerzas de pacificación de la misión de la Unión Africana (UA), auspiciada por la ONU, según indicó un reportero de la BBC.
Todos estos ataques tienen lugar al mismo tiempo que Naciones Unidas ha comenzado a evacuar a su personal extranjero de la ciudad de Baidoa. Fuentes de la ONU declararon a la BBC que están abandonando esta localidad, donde se ubica el Parlamento somalí, debido al temor de que se extienda la violencia de Mogadiscio.
Baidoa, ciudad situada en una localización estratégica en la principal carretera que une Mogadiscio con Etiopía, es una de las pocas zonas de Somalia que todavía están bajo control del Gobierno interino.
Tras 17 años de guerra en Somalia, más de tres millones de personas, casi la mitad de la población, lo han perdido todo y están necesitadas de alimento, según cifras del Programa Mundial de Alimentos (PAM). "La situación es pésima y está empeorando con este crecimiento de la inseguridad", alertó el portavoz del PAM, Peter Smerdon, en declaraciones a la BBC.
Asimismo, organizaciones humanitarias estiman que cerca de 40.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en Mogadiscio en las últimas semanas. En los pasados nueve meses, más de un millón de personas han tenido que huir por los combates. Para Human Rights Watch (HRW), la de Somalia es la tragedia más olvidada del mundo.