Hamás llama a una nueva intifada en respuesta a la matanza en Gaza Israel y EEUU culpan de la violencia a Hamás por exponer a los manifestantes palestinos a "un terrible riesgo" Al menos 55 palestinos han muerto y 2.771 han resultado heridos por la respuesta de las fuerzas israelíes a las protestas que se han desatado este lunes en la frontera de la Franja de Gaza por el traslado de la Embajada estadounidense a Jerusalén y el 70º aniversario de la creación del Estado de Israel. El Ministerio de Exteriores palestino, citado por la agencia de noticias Maan, ha detallado en su último comunicado que entre los fallecidos hay seis menores de 18 años y que, del total de heridos, 1.204 son por impactos de bala y que 203 son niños y once periodistas. Es el mayor balance de víctimas en un solo día desde que el 30 de marzo comenzaron las protestas en los Territorios Palestinos de cara a la 'Nakba' ('Catástrofe'), día en que se conmemora el inicio del éxodo palestino por la creación del Estado de Israel. Desde entonces, han muerto cerca de cien palestinos sin que haya ninguna baja del lado israelí. Unos 40.000 palestinos se han concentrado este lunes a lo largo de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel en trece localizaciones distintas desde primera hora y hasta las 17.30 (hora local), cuando Hamás, que ha admitido estar detrás de las protestas, ha ordenado la retirada. Testigos consultados por las agencias de noticias palestinas Wafa y Maan han declarado que las fuerzas hebreas han usado gases lacrimógenos y munición real contra los manifestantes que un día más se han concentrado en la valla fronteriza en señal de protesta. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), por su parte, han asegurado en un comunicado que los manifestantes han utilizado armas de fuego, cócteles molotov y otros explosivos contra los agentes hebreos y que en varios puntos de la línea limítrofe "células de Hamás" han intentado atravesar la valla. Las IDF han anunciado además que han efectuado siete ataques contra "objetivos militares" del Movimiento de Resistencia Islámica en la Franja de Gaza, "ubicados lejos de las trece localizaciones en las que Hamás ha incitado a la revuelta". El Ejército israelí ha considerado que sus efectivos están actuando "conforme a los procedimientos estándar" y ha reiterado que "actuará por la fuerza contra cualquier actividad terrorista". Además, ha recordado que a primera hora de la mañana ha lanzado octavillas para advertir a los gazacíes en contra de nuevas protestas en la frontera. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha enmarcado lo ocurrido en Gaza en la "obligación" que tiene cualquier país de defender sus fronteras, depositando toda la culpa en Hamás por "enviar a miles a romper la valla fronteriza para lograr su objetivo": "destruir Israel". "Seguiremos actuando con determinación para proteger nuestra soberanía y a nuestros ciudadanos", ha ratificado. Estados Unidos se ha pronunciado en el mismo sentido. "La responsabilidad por estas trágicas muertes recae directamente sobre Hamás, que ha provocado cínicamente esta respuesta" del lado israelí, ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Raj Sha, en la rueda de prensa diaria. En opinión de otro portavoz gubernamental, la facción palestina ha implicado a su propio pueblo "en una violencia que les ha expuesto a un terrible riesgo". Jared Kushner, yerno del presidente estadounidense, Donald Trump, que se ha convertido en el principal interlocutor del Gobierno para Oriente Próximo, y como tal ha participado en la inauguración de la Embajada en Jerusalén, ha indicado que las protestas palestinas "son parte del problema, no de la solución". "El viaje hacia la paz empieza con un Estados Unidos fuerte reconociendo la verdad", ha reivindicado. El auge de las protestas palestinas se debe a que este lunes se ha inaugurado la nueva Embajada de Estados Unidos en Israel, que ha sido trasladada de Tel Aviv a Jerusalén, por una polémica decisión anunciada el pasado 6 de diciembre por Trump que ha acabado con el consenso internacional sobre el proceso de paz entre israelíes y palestinos. Uno de los pocos puntos de consenso en la comunidad internacional era que el estatus de Jerusalén, que ambas partes reivindican como capital, debía decidirse en unas eventuales negociaciones de paz. Netanyahu da por zanjada la cuestión, mientras que los palestinos y sus aliados árabes --entre 128 de los 193 miembros de la ONU-- exigen a la Casa Blanca que dé marcha atrás. El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha declarado tres días de luto y ha convocado una huelga general para este martes en los Territorios Palestinos. "Hoy ha sido uno de los días más violentos, lo cual muestra el nivel de crueldad de Israel con nuestro pueblo", ha dicho Abbas en el discurso que ha pronunciado durante la sesión inaugural de un foro de liderazgo celebrado este lunes en Ramala, según Wafa. Abbas ha instado a mantener la resistencia popular de manera pacífica como mejor vía para alcanzar el ansiado Estado palestino, en contraste con el llamamiento que ha hecho Hamás, animando a una nueva intifada. "No hay más opción que prender la mecha en Gaza y Cisjordania en respuesta a lo que ha pasado", ha aseverado el 'número dos' de Hamás, Jalil al Haya, citado por el diario israelí 'Yedioth Ahronoth'. En este contexto, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, ha instado a todos los actores regionales a "abstenerse de dar cualquier paso que pueda dañar los derechos del pueblo palestino", al tiempo que ha advertido de que el dado por Estados Unidos al trasladar su Embajada a Jerusalén es "extremadamente peligroso" por sus potenciales consecuencias en Oriente Próximo. Fuentes diplomáticas consultadas por la agencia de noticias egipcia MENA han avanzado que el miércoles habrá una reunión de la Liga Árabe para buscar formas de "contrarrestar" la ofensiva estadounidense. Kuwait, por otro lado, ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para este martes, de acuerdo con otras fuentes diplomáticas citadas por Reuters. Abbas ha subrayado asimismo que el reconocimiento estadounidense a Jerusalén como capital israelí pone fin a su tradicional papel de mediador en el conflicto entre israelíes y palestinos. "Ya no puede ser árbitro", ha sentenciado el líder árabe. El movimiento de la Administración Trump ha generado un fuerte rechazo en otros lugares. Así, miles de palestinos han recorrido este lunes las calles de Ramala, capital de Cisjordania, y se han concentrado en la plaza Yasir Arafat, en el centro de la ciudad, antes de dirigirse hacia el puesto de control militar de Qalandia, al sur de la ciudad. Según Wafa, se ha quemado la bandera estadounidense. En Jordania, por ejemplo, un grupo de manifestantes se ha concentrado frente a la legación norteamericana en Amán al grito de "Estados Unidos es la cabeza de la serpiente, no a una Embajada de Estados Unidos en suelo jordano". "Como egipcio y como árabe, me siento humillado", ha confesado a Reuters Sami Badreddin, un funcionario de 40 años desde El Cairo. Autor: @RamAbdu Autor: @RamAbdu Los dos nuevos fallecidos, de 21 y 29 años, elevan a 47 el número de palestinos muertos por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes desde que comenzaron las protestas el pasado 30 de marzo. Israel ha argumentado que emplea munición real para evitar que la valla fronteriza resulte dañada o sea asaltada. Además de los dos fallecidos, al menos 35 palestinos más han resultado heridos por la munición real empleada por los soldados israelíes este lunes, según responsables sanitarios palestinos. LEER MÁS