KINSHASA 19 Ene. (Reuters/EP) -
Al menos cuatro personas han muerto en las protestas que han tenido lugar este lunes en Kinshasa contra una reforma electoral que podría servir para prolongar el mandato de Joseph Kabila como presidente de República Democrática del Congo (RDC).
Los manifestantes han quemado neumáticos en los alrededores del Parlamento y la Policía ha usado gases lacrimógenos para dispersarlos, mientras que la guardia presidencial ha recibido la orden de desplegarse en la capital congoleña.
El portavoz del Gobierno, Lambert Mende, ha informado de que dos agentes han muerto a manos de hombres armados y de que dos civiles que estaban saqueando una casa han fallecido al ser abatidos por guardias de seguridad privados. Además, ha indicado que siete policías y otras tres personas han resultado heridas.
Sin embargo, el líder del opositor Partido por una Ciudadanía Comprometida y el Desarrollo, Martin Fayulu, ha denunciado que 13 civiles han muerto durante las protestas en Kinshasa.
La población también ha salido a las calles de Goma, la principal ciudad del este de RDC, y --de acuerdo con un reportero de Reuters-- al menos dos personas tenían heridas de bala.
La oposición había hecho un llamamiento a ocupar el Parlamento este lunes para impedir la aprobación de la reforma electoral, que ya superó una primera votación la semana pasada. La disidencia ha denunciado que las fuerzas de seguridad han impedido a sus principales líderes sumarse a la protesta.
"No habrá más impunidad en este país", ha dicho el portavoz del Gobierno, asegurando que los líderes de la oposición que convocaron la toma del Parlamento serán juzgados por ello.
Las críticas a la reforma electoral se deben a que obligará a realizar un censo en la vasta y caótica nación centroafricana antes de celebrar los comicios presidenciales, previstos para 2016, algo nuevo para la democracia congoleña.
La oposición denuncia que la elaboración de este censo electoral podría llevar al menos cuatro años, lo que prorrogaría automáticamente la Presidencia de Kabila que, de acuerdo con la actual Constitución, no puede aspirar a un tercer mandato consecutivo.