CIUDAD DE MÉXICO 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El único responsable del secuestro del boeing 737 de la compañía Aeroméxico declaró ayer por primera vez ante una juez federal, y en su testimonio aseguró que el artefacto con el que amedrentó a los 104 pasajeros y a la tripulación del aparato tan solo consistía en dos latas de refresco, cinta adhesiva y unos calcetines, informa el diario 'El Universal'.
Josmar Flores Pereyra, ciudadano boliviano y con antecedentes por abuso de alcohol y otras sustancias, fue detenido por la Policía el pasado miércoles en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México después de haber amenazado con hacer volar el aparato, procedente de Cancún, si no le dejaban hablar con el presidente del país, Felipe Calderón, para alertarle de que la nación estaba en peligro por un terremoto.
En su comparecencia ante el tribunal, Flores ratificó la declaración efectuada entonces ante la Policía y reiteró que el artefacto con el que amenazó a los ocupantes del vuelo no era un explosivo.
Pasó los controles metálicos del aeropuerto porque el aparato lo fabricó con dos latas que compró antes de embarcar, una cinta adhesiva y unos calcetines que llevaba en su equipaje de mano, aseguró ante la jueza Tassia Cruz Percero. La presunta bomba, añadió, fue fabricada en la sala de espera del aeropuerto ante el resto de pasajeros y sin que ninguno de estos le hiciera comentarios al respecto.
Ahora se enfrenta a los delitos de sabotaje, secuestro y ataques a las vías de comunicación. En 72 horas se conocerá si la jueza dicta prisión para Flores, quien insistió en que no es un enfermo mental ni pretendió herir a nadie. El día que le detuvieron, aseguró que había actuado conforme a lo dictado por una fuerza divina y ayudado exclusivamente por el Espíritu Santo.