TEGUCIGALPA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente 'de facto' de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró este lunes (martes en España) que el mandatario depuesto, Manuel Zelaya, puede salir de la Embajada de Brasil en que permanece refugiado y abandonar el país centroamericano cuando así lo desee, aunque a condición de que adquiera el estatus de asilado político y no recale en un país centroamericano.
Zelaya fue expulsado de Honduras por un golpe de Estado el pasado 28 de junio y regresó al país a escondidas a finales de septiembre. Desde entonces, permanece refugiado en la legación diplomática que Brasil tiene en Tegucigalpa, aunque la semana pasada se especuló sobre una posible marcha a México.
Micheletti no niega esta opción pero le impone condiciones. Así, afirmó que "no hay ningún inconveniente para que el señor Zelaya salga como asilado a cualquier país del mundo". "Lo concedemos inmediatamente, podríamos hablar de eso con la Fiscalía, con la Corte Suprema de Justicia y con la cancillería", afirmó, en declaraciones a la prensa recogidas por 'Progreso'.
Sin embargo, Zelaya, que se considera el único presidente legítimo de Honduras, quiere traspasar como tal la frontera. "Aquí nadie va ha venir a sacar a un ciudadano que tiene compromisos con la ley al gusto o placer de ellos", apostilló el presidente interino, quien defiende que Zelaya ha podido recibir en los últimos dos meses las visitas que ha querido.
Por este motivo, agregó, "cuando Mel (Zelaya) se quería ir para México lo tenía que hacer como asilado y no como un visitante distinguido en ese país como él lo quería hacer". Si sale sin protección Zelaya corre el riesgo de ser detenido en el acto por los procesos judiciales a los que se enfrenta.
UN PAÍS NO CENTROAMERICANO
La segunda condición impuesta por el Gobierno 'de facto' radica en el lugar donde podría recalar Zelaya, ya que, según Micheletti, "ningún país de Centroamérica puede pedir asilo para Mel". "Pero sí lo puede hacer cualquier país del mundo", explicó.
Respecto a su posible asistencia a la toma de posesión del presidente electo Porfirio Lobo, fechada para el próximo 27 de enero, Micheletti dejó la puerta abierta: "Si me invitan con mucho gusto estaré". No obstante, aseveró que no le corresponde a él imponer "la banda presidencial".
ZELAYA REIVINDICA SUS DERECHOS.
Por su parte, el presidente depuesto reivindicó sus derechos como único mandatario legítimo y denunció que el Gobierno 'de facto' que encabeza Roberto Micheletti quiere que renuncie a sus derechos constitucionales a cambio de lograr un salvoconducto que le permita salir del país sin ser detenido.
En un comunicado distribuido por su oficina, Zelaya criticó el rechazó de las autoridades interinas a un diálogo mediado por el presidente dominicano, Leonel Fernández. "La dictadura impidió que se realizara, utilizando como método la extorsión y el chantaje, para que el presidente Manuel Zelaya renuncie al mandato y al cargo que le otorgó el pueblo a cambio de un salvoconducto", afirmó en la nota.
Así, el mandatario derrocado recordó que han transcurrido "170 días" desde el golpe de Estado que significó su expulsión del poder y de Honduras y que lleva "85 días" sufriendo "ataques y torturas" en la Embajada de Brasil, donde permanece refugiado tras regresar al país centroamericano en secreto a finales de septiembre, según informó Telesur.
Zelaya recalcó, además, que "el pueblo en las calles continúa sufriendo la más cruel represión, masacres, asesinatos, torturas, persecución política, detenciones arbitrarias por alzar la voz de protesta contra la dictadura" y exigir la imposición de sanciones "contra los autores materiales e intelectuales" del golpe.