Los principales diarios sudafricanos destacan la "humillación" a Zuma en el funeral pero critican a los que le abuchearon
PRETORIA, 11 Dic. (Reuters/EP) -
Miles de personas están esperando para poder acceder a la capilla ardiente del expresidente y premio Nobel de la Paz Nelson Mandela en el anfiteatro que lleva su nombre em el complejo gubernamental Union Buildings, en Pretoria.
Varios líderes internacionales y famosos de todos los ámbitos se han sumado a las decenas de miles de sudafricanos que se han acercado a Union Buildings para despedirse de 'Madiba' en el mismo lugar en el que tomó posesión como el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994. Algunos de los sudafricanos han llegado con sus hijos en brazos o a la espalda.
Cubierto con la bandera nacional sudafricana, el féretro ha sido recibido a su llegada por una guardia de honor compuesta por militares de los tres ejércitos. El ataúd ha llegado hasta el complejo gubernamental a bordo de un furgón negro desde el Hospital Militar número 1 que ha avanzado en procesión por las calles de Pretoria escoltado por una decena de agentes de Policía en motocicletas.
Miles de sudafricanos se han apostado a ambos lados de la ruta del convoy fúnebre para poder ver el féretro y despedirse, algunos de ellos lanzando flores a la caravana.
El Gobierno sudafricano ha convocado una semana de 'duelo nacional' en memoria de 'Madiba', que falleció el pasado 5 de diciembre en su residencia de Johannesburgo, acompañado por su familia, por una infección pulmonar recurrente.
La semana de actos conmemorativos por el fallecimiento de 'Madiba' concluirá este domingo con el funeral de Estado en Qunu, la localidad natal del expresidente.
Entre los asistentes a la capilla ardiente instalada en el anfiteatro Mandela figuran famosos como el cantante Bono y la modelo Naomi Cambell y líderes y exmandatarios como el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y el expresidente sudafricano Frederik de Klerk, el último mandatario del régimen del 'apartheid', que ganó con Mandela el premio Nobel de la Paz en 1993.
"Este es un momento importante para mí y para mis hijos", ha explicado el profesor Thapelo Dlamini, que ha estado esperando en la calle durante dos horas al paso del convoy de Mandela.
"Quería verle. Aunque tenga que pasar aquí tres horas, quiero verle. Es mi última oportunidad", ha explicado Habib Urehem, un profesor de islam de 66 años de edad.
El semblante de los asistentes a la capilla ardiente difiere de la alegría mostrada el martes por los miles de sudafricanos que acudieron al estadio Soccer City de Johannesburgo al funeral de Mandela, marcado por la intensa lluvia, los abucheos al presidente actual, Jacob Zuma, y el histórico saludo entre los mandatarios de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, que se dieron la mano e intercambiaron unas palabras.
MOMENTO DELICADO PARA EL GOBIERNO
El fallecimiento de Mandela ha llegado en un momento en el que el Gobierno que lidera Zuma está inmerso en una serie de escándalos de corrupción, lo que ha puesto de manifiesto las diferencias en términos de aceptación popular entre el primer presidente negro de Sudáfrica y el cuarto.
Aunque los principales diarios del país han criticado a Zuma en sus ediciones de este miércoles, también han afeado a los asistentes por abuchear al mandatario durante una ceremonia en la que se rendía homenaje a un hombre de estado caracterizado por su capacidad de reconciliar al país y perdonar a sus antiguos enemigos.
El diario 'The Star', de Johannesburgo, ha encabezado su portada con el titular 'La humillación de Zuma', mientras que 'The Times' ha indicado que "es una pena que, en el día en que el mundo se ha unido para homenajear a Nelson Mandela, amplios sectores del público interrumpieran y abuchearan a Jacob Zuma".