En la segunda ciudad de Siria falta personal médico y se producen continuos ataques con barriles bomba
MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha expresado este miércoles su "preocupación" por la posibilidad de que la ciudad de Alepo, la segunda de Siria, quede completamente sitiada por las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad y ha alertado de la complicada situación en la que viven las 300.000 personas que residen en la zona este, bajo control de las fuerzas opositoras.
"Estamos muy cerca de lo que podría ser un sitio de Alepo, dejar a la población sin vías de entrada y salida", ha reconocido en un encuentro con la prensa Teresa Sancristoval, responsable de la Unidad de Emergencias de MSF. "Nos preocupa mucho", ha afirmado, incidiendo en las "consecuencias humanitarias muy graves" que tendría un sitio de Alepo, como ya ocurrió previamente en Ghoutta, en los alrededores de Damasco, y en Homs.
Las fuerzas del Gobierno sirio mantienen un fuerte asedio sobre Alepo y llevan semanas realizando avances en su esfuerzo por cortar las líneas de suministro para los rebeldes que controlan el este de la ciudad, la segunda en importancia del país.
Por su parte, el coordinador general para Siria de MSF, Carlos Francisco, ha apuntado que "el peor escenario es que la ciudad sea sitiada" pero ha dejado claro que "ya se están sintiendo los efectos". Actualmente, ha relatado, solo existe "una única carretera para entrar y salir" y que "diariamente" es objeto de ataques.
"Muchas veces, aunque queramos hacer llegar ayuda médica, los camiones y las ambulancias hay muchos días que no pueden circular", ha lamentado Francisco, durante la presentación en Madrid de dos informes que la ONG ha elaborado sobre la situación en Siria cuatro años después del inicio de la guerra civil.
MSF trabaja desde agosto del año pasado solo con personal expatriado en Siria. La ONG gestiona dos hospitales en la provincia de Alepo y facilita apoyo a diez hospitales de campaña, cinco puestos de salud y tres centros de salud de esta provincia del norte del país.
PERSONAL SANITARIO
Según ha indicado Sancristoval, "hace tres años había unos 2.500 trabajadores sanitarios y ahora quedan 97", después de que muchos hayan huido y otros hayan muerto. A la falta evidente de personal se suma el hecho de que "las instalaciones médicas son bombardeadas una y otra vez".
Estas circunstancias hacen que los pocos medios que hay se centren principalmente en atender a los heridos, lo que ha provocado que hayan reaparecido enfermedades como la sarna o la leishmaniasis, "relacionadas con la falta de higiene" debido a que no hay agua y tampoco jabón, pese a que paradójicamente Alepo era el mayor productor de jabón de la región.
Carlos Francisco ha reconocido que "es difícil seguir dando la asistencia médica a la que estamos acostumbrados" en MSF, pese a lo cual "estamos intentando dar la mejor ayuda posible pese a las limitaciones".
Para suplirlas, entre otras cosas, MSF cuenta con "un equipo expatriado que da apoyo desde fuera" de Siria, principalmente desde Turquía y que ofrece "apoyo técnico directo" vía Skype al personal sanitario sirio.
BARRILES BOMBA
Por otra parte, MSF ha presentado el informe 'La realidad de Alepo: vivir bajo los barriles bomba', en el que denuncia la situación de miedo continuo de los habitantes ante los bombardeos que lleva a cabo el régimen sirio con este tipo de proyectiles. Se trata de barriles a los que se rellena de explosivos y metralla y se lanza desde helicópteros.
Los barriles bomba provocan importantes daños en infraestructuras y viviendas así como numerosos muertos. Igualmente, MSF ha podido constatar un aumento del número de amputados entre sus víctimas, en algunos casos debido a que la falta de material médico obliga a amputar para evitar males mayores.
Asimismo, también se ha constatado un creciente estrés y trauma entre sus habitantes, ya que la práctica mayoría ha perdido a algún ser querido o conocido por este tipo de ataques o ha sido testigo de alguno.
PRESENCIA DE MSF
En otro orden de cosas, Sancristóval ha explicado que la ONG no está presente en las zonas bajo control gubernamental porque aunque han realizado peticiones "no tenemos permiso oficial". En todo caso, si ese permiso se recibiera, primero evaluarían las necesidades antes de decidirse a actuar, ha aclarado.
Tampoco están presentes actualmente en los territorios controlados por el autoproclamado Estado Islámico. No obstante, antes de enero de 2014, cuando el grupo terrorista secuestró a trece de sus trabajadores locales, sí que había "acuerdos en algunas zonas que nos permitían trabajar".
Actualmente, ha añadido, se está trabajando para intentar "restablecer la confianza" y poder volver a trabajar en dichas zonas, ya que MSF considera que la población bajo el control del grupo terrorista necesita asistencia.
Sancristóval ha incidido en que MSF trabaja en otros escenarios complicados, como las zonas de Nigeria bajo control de Boko Haram, y lo hace "siempre" movido por las necesidades de la población.