MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este viernes que el pasado 20 de enero uno de sus hospitales de Sudán, concretamente en Kordofan del Sur, sufrió un bombardeo a manos de las Fuerzas Aéreas Sudanesas (SAF).
En total, unas 150 personas, entre pacientes y trabajadores, estaban en el hospital cuando un caza del SAF lanzó un racimo de 13 bombas. Dos de ellas cayeron dentro del recinto del hospital y otras tantas justo al otro lado de la valla que delimita el recinto, según ha explicado la ONG. Un trabajador de MSF y un paciente resultaron heridos y el hospital ha quedado dañado.
Como consecuencia inmediata de este ataque, según ha explicado en un comunicado, la organización internacional se ha visto forzada a suspender sus actividades médicas en el centro.
"Los repetidos bombardeos en la región no permiten el desarrollo de actividades médicas de forma segura, impidiendo que la población local reciba una atención médica de emergencia que, en estos momentos, resulta de vital importancia", ha lamentado.
Por ello, el coordinador general de MSF en Sudán, Marc Van der Mullen, ha querido condenar un ataque que ha puesto en peligro a más de un centenar de personas. "Condenamos de forma rotunda el bombardeo del hospital". "En el momento del bombardeo había 100 pacientes en su interior y tuvimos la suerte de que no se produjeran más heridos, porque la gente no tuvo tiempo para protegerse", ha explicado. "Todo el mundo está en estado de shock. La gente está asustada ante la posibilidad de que haya nuevos ataques", ha subrayado.
BOMBARDEOS INDISCRIMINADOS
MSF ha denunciado que este ataque se engloba dentro de una campaña de "bombardeos indiscriminados que ocurren de forma regular" en la región de Kordofán del Sur, en el marco de la guerra que enfrenta a las autoridades de Jartum y los grupos rebeldes de las Montañas de Nuba.
De hecho, la organización internacional ha recordado que la población sufre continuos ataques con bombas y que los hospitales suelen ser blancos habituales. De hecho, su hospital ya fue bombardeado en junio de 2014. "El ataque se llevó a cabo a pesar de que las autoridades de Jartum eran conocedoras de la presencia de MSF y de las actividades médicas que se llevaban a cabo en el hospital", ha criticado. En el ataque murió una persona y diversos pacientes resultaron heridos.
"A día de hoy, no hay ninguna duda de que este ha sido un ataque deliberado, dirigido contra una estructura hospitalaria civil, como parte de una estrategia destinada a aterrorizar a la comunidad", ha sentenciado Van der Mullen.
"MSF repite su llamamiento a las autoridades de Jartum para que respeten la asistencia médica que ofrecemos a la población. A pesar de las dificultades, nosotros seguiremos tratando de encontrar la manera de atender a esta población, que está atrapada en un conflicto que ha caído de nuevo en el olvido informativo", ha añadido.