MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha iniciado este miércoles los trabajos para construir un nuevo campamento de refugiados en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerke (norte).
"En estos momentos, más de 2.500 personas duermen a la intemperie en Grande-Synthe en el barro, húmedo y frío, en condiciones insalubres y terribles. Estas personas necesitan un refugio y un entorno de vida mejor", ha dicho el director adjunto de operaciones de MSF, André Jincq.
La ONG ha detallado que los trabajos de construcción han sido financiados en su totalidad por la organización, recalcando que el campamento "no será propiedad del Estado francés, al que el mismo no le ha supuesto ningún coste".
MSF ha estimado que los trabajos durararán al menos un mes, durante el que se instalarán 500 tiendas de campaña preparadas para el invierno (cada una con capacidad para cinco personas), duchas de agua caliente y letrinas suficientes para la población acogida.
"Hemos trabajado con el Ayuntamiento de Grande-Synthe para conseguir que este programa diera comienzo", ha manifestado Jincq. El alcalde contactó con MSF debido a que las peticiones de ayuda del consejo municipal al Gobierno quedaban sin respuesta y el número de recién llegados aumentaba rápidamente.
Así, la organización ha relatado que a principios de octubre, 800 personas dormían a la intemperie en Grande-Synthe, un número que ha ascendido a 2.500 durante las últimas semanas. La mayoría son kurdos que esperan cruzar a Reino Unido, entre los que se encuentran familias completas y 250 niños, algunos muy pequeños.
MSF ha resaltado que, "a pesar de la urgencia de la situación, ha llevado mucho tiempo conseguir empezar los trabajos del nuevo emplazamiento", apuntando a las limitaciones planteadas por las autoridades, entre ellas el riesgo de incendios.
Por último, Jincq ha señalado que, una vez construido el campamento, los refugiados se alojarán en él de forma voluntaria, contando con total liberad de movimiento.
"Vemos esta posibilidad como algo esencial. No estamos creando un campamento para encerrar allí a los refugiados, sino para ofrecerles un espacio donde puedan superar el invierno en condiciones más dignas y humanas", ha remachado.