RABAT, 8 Ago. (Reuters/EP) -
Imad El Attabi, activista marroquí, ha muerto este martes en un hospital de Rabat después de resultar herido en una protesta en Alhucemas y haber entrado en coma, según han informado un abogado y un responsable judicial.
A sus 22 años, su muerte es la primera de un manifestante desde el inicio en octubre de las protestas en la región del Rif, algo que puede aumentar la intensidad de las reivindicaciones y extenderlas a otras partes del país.
Attabi sufrió lesiones graves en la cabeza durante una protesta el 20 de julio por enfrentamientos con la Policía, que había lanzado gases lacrimógenos para dispersar la manifestación.
Un abogado que ha colaborado con la familia del fallecido, Abdessadak Elbouchattaoui, ha confirmado la muerte y ha declarado que el golpe habría sido producido por el bote del gas. "A su familia no se le ha permitido consultar los documentos médicos que detallan la causa de las heridas y su condición", ha denunciado Elbouchattaoui.
Las autoridades no han dado todavía una versión clara de lo sucedido, tras afirmar que las heridas habrían sido provocadas por impactos de rocas, anunciaron que se abriría una investigación.
El fiscal general de Alhucemas ha ratificado el fallecimiento de Attabi en un hospital militar en la capital, Rabat, según ha informado la agencia de noticias estatal MAP.
"Consideramos que el Estado es directamente responsable de su muerte y exigimos una investigación verdadera y creíble de las circunstancias de su muerte", ha declarado un miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos Yusef al Raissouni.
LAS PROTESTAS EN EL RIFT
El movimiento 'Hirak al Chaabi' surgió como reacción tras la muerte del pescadero Mouhcine Fikri, que fue aplastado por un camión de basura cuando trataba de recuperar pescado confiscado por la Policía local. Fikri se ha convertido en un símbolo de 'hogra', un término coloquial que hace referencia a la pérdida de dignidad debido al poder abusivo y la falta de justicia.
Las protestas se avivaron por la sensación de gran parte de la población de subdesarrollo y problemas económicos en la región del Rif, una zona considerada centro de disturbios y disidencia entre la comunidad indígena bereber.
Las demandas y manifestaciones han ido dirigidas contra el Gobierno, pero también ha habido llamamientos al monarca, Mohammed VI.
El 30 de julio el rey dio su primer discurso desde el comienzo de las protestas, perdonó a casi 60 miembros de 'Hirak' y culpó a los funcionarios locales de alimentar el enfado por no implementar proyectos de desarrollo.
Este martes, el líder del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y presidente de la región norte del país que comprende Tánger, Tetuán y Alhucemas, Ilyas El Omari, ha renunciado a su cargo en el partido, una decisión que los medios marroquíes han descrito como una consecuencia de las protestas.
"Reconozco que el discurso del rey se refería a mí", ha declarado Omari a la prensa. "Soy una persona, cometo errores, y tengo que corregir mis equivocaciones", ha sentenciado.