JERUSALÉN, 9 Mar. (Reuters/EP) -
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que el acuerdo de paz que se está negociando con los palestinos no estará terminado al menos hasta dentro de un año incluso aunque ambas partes acepten los principios planteados por Estados Unidos.
Netanyahu se ha referido expresamente al documento propuesto por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que ha calificado de "documento estadounidense de posturas estadounidenses". "Creo (...) que es un camino posible para que avancen las conversaciones. Nos llevará al menos un año agotar estas negociaciones, pero no puedo decir que los palestinos vayan a aceptar este documento y yo tampoco lo he visto aún", ha afirmado en una entrevista emitida este domingo por Israel Radio.
La entrevista fue grabada el jueves en Los Ángeles, durante su visita a Estados Unidos en la que se reunió con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la Casa Blanca.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, tiene previsto visitar igualmente la Casa Blanca el 17 de marzo con el conocido como "acuerdo marco" propuesto por Kerry igualmente en el centro del debate. El documento es un intento de dar un nuevo impulso a las negociaciones de paz iniciadas en julio del año pasado con el objetivo de llegar a un acuerdo definitivo para el próximo mes de abril.
Uno de los principales obstáculos para los palestinos es el rechazo a reconocer a Israel como Estado judío, lo que podría permitir a las autoridades hebreas rechazar el derecho al retorno de los refugiados palestinos que tuvieron que huir de sus hogares durante las sucesivas guerras árabe-israelíes.
"La naturaleza de Israel es algo que deberían definir los israelíes, no los palestinos", ha argumentado este domingo el negociador jefe palestino, Saeb Erekat, en declaraciones a la Radio del Ejército Israelí.
Otra de las cuestiones clave es el futuro de los asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada. Los palestinos reivindican las fronteras de antes de la guerra de 1967 para su futuro estado, aunque Israel considera que eso les dejaría con unas fronteras indefendibles.
Sin embargo, el viernes Netanyahu dijo en otra entrevista que estaría dispuesto a ceder "algunos de los asentamientos" para facilitar un acuerdo de paz definitivo. Estos asentamientos están construidos en territorio ocupado militarmente, en ellos viven unas 500.000 personas, la mayoría judíos ultraortodoxos, y son considerados ilegales desde el punto de vista del Derecho Internacional.