WELLINGTON 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Varias personas han muerto en el terremoto de 6,3 grados en la escala de Richter que este martes ha sacudido la ciudad de Christchurch, en el sur de Nueva Zelanda, según ha confirmado la Policía a la emisora estatal, aunque todavía se desconoce el número exacto de víctimas.
Además, decenas de personas han quedado atrapadas bajo los escombros de los edificios que se han derrumbado por la sacudida. En algunos puntos se han declarado incendios por la explosión de los conductos de gas, mientras que el servicio eléctrico se ha interrumpido en el 80 por ciento de la ciudad.
En este contexto, el alcalde de la ciudad, Bob Parker, ha declarado el estado de emergencia y ha ordenado el cierre temporal del aeropuerto de Christchurch y del puerto de Lyttelton, así como la evacuación de los tres hospitales principales.
Por su parte, el ministro de Defensa Civil, John Carter, ha solicitado a los ciudadanos que despejen las carreteras para permitir el paso de los vehículos de emergencia y que renuncien al uso de teléfonos fijos y móviles para no colapsar el servicio y garantizar la atención de las llamadas de socorro.
Entretanto, el primer ministro neozelandés, John Key, ha convocado una reunión de urgencia de su gabinete para definir la respuesta al suceso. "Justo después de que termine, mi intención es volar hacia Christchurch, si las condiciones lo permiten. Quiero ir allí para comprobar los daños y regresar rápidamente a Wellington para garantizar que llega toda la ayuda necesaria", adelantó.
Nueva Zelanda es una zona de fuertes tensiones sismológicas, ya que se encuentra situado entre las placas tectónicas del Pacífico y la Indoaustraliana, cuyos choques suelen producir una media de 14.000 temblores al año, aunque de una magnitud media.