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WASHINGTON, 3 Mar. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha formulado este domingo una advertencia velada al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que llegará este lunes a Washington en visita oficial, al advertir en una entrevista que será difícil para las autoridades estadounidenses defender a Israel del creciente aislamiento internacional si fracasan las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Así, el mandatario estadounidense ha afirmado que "la ventana se está cerrando" para la finalización de un acuerdo y ha pedido a Netanyahu que "aproveche la oportunidad" para alcanzar un 'acuerdo marco', en medio de los esfuerzos del secretario de Estado, John Kerry, por avanzar en el proceso.
"Si no es ahora, ¿cuándo? Y si no es usted, primer ministro, ¿quién?", se ha preguntado Obama en la entrevista, concedida a la cadena Bloomberg View. Pese a que no ha detallado a qué tipo de acciones podría enfrentarse Israel en caso de fracaso, las autoridades palestinas ya han amenazado con unirse a los tribunales internacionales para abrir casos contra Tel Aviv.
"Lo que creo es que si no se ve un acuerdo de paz pero sí una construcción agresiva de asentamientos (...) y los palestinos consideran que la posibilidad de la creación de un estado soberano no es accesible, nuestra capacidad para hacer frente a la respuesta internacional va a ser limitada", ha argumentado.
En respuesta, el ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Yuval Steinitz, ha dado una respuesta fría a Obama y ha recalcado que "no le han gustado las afirmaciones". "No creo que haya razones para presionar a Israel", ha explicado.
Las conversaciones de paz se retomaron el 29 de julio tras casi tres años interrumpidas. En ese momento, Kerry aseguró que el objetivo "es lograr un acuerdo de estatus final durante los próximos nueve meses".
Ante la proximidad de la fecha límite, Washington ha acelerado sus contactos con el objetivo de forjar un "marco para las negociaciones", considerado como un primer paso, si bien ha expresado su deseo de alcanzar un acuerdo definitivo antes del 29 de abril.
La idea del 'acuerdo marco' ha sido criticada por algunos altos cargos palestinos, y la semana pasada la miembro del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Hanan Ashwawi dijo que el mismo "no es un acuerdo".
"Cada parte puede expresar sus reservas (...) Si ambas partes difieren en los asuntos presentados, significa que no es un acuerdo. ¿Para qué alcanzar algo así? ¿Para que parezca que existen progresos? ¿Para ganar tiempo? ¿O para no admitir un fracaso?", se preguntó.
A pesar de estas críticas, Abbas ya ha indicado en las últimas semanas que podría aceptar cierto margen de flexibilidad en uno de los puntos claves de las negociaciones: el derecho al retorno de los palestinos desplazados y expulsados tras el conflicto desatado en 1948 tras la creación del Estado de Israel.
CONTRARIO A LAS SANCIONES
Por otra parte, Obama ha reiterado su oposición a la imposición de sanciones a Irán por parte del Congreso estadounidense. "Va en línea con nuestros intereses dejar que este proceso siga su curso. Dejadnos comprobar si Irán puede o no avanzar lo suficiente como para darnos garantías de que su programa (nuclear) es pacífico", ha argumentado.
En este sentido, ha apuntado que una nueva ronda de sanciones sería negativo para el proceso diplomático. "No empiezas a disparar en medio de la sala durante un proceso de negociaciones", ha afirmado.
Sin embargo, no se ha pronunciado sobre una de las principales exigencias de Netanyahu, que Irán desmantele sus centrifugadoras de uranio en el marco de un acuerdo final entre el Grupo 5+1 --integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania-- e Irán.
En virtud del acuerdo preliminar de noviembre, Irán se comprometió a congelar su programa nuclear y a dar marcha atrás en parte del mismo a cambio del levantamiento de algunas sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
Entre otros puntos, Teherán se comprometió a no enriquecer uranio por encima del cinco por ciento y a neutralizar sus reservas al 20 por ciento y autorizar inspecciones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) a sus instalaciones.