WASHINGTON 15 Oct. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará este jueves que tiene previsto ralentizar el proceso de repliegue de fuerzas militares destacadas en Afganistán durante 2016, para mantener la mayor parte del año próximo unos 9.800 militares en el país centroasiático, han informado fuentes gubernamentales estadounidenses.
El presidente norteamericano tenía planeado retirar antes de que finalice su mandato, en enero de 2017, al grueso de las fuerzas militares estadounidenses destinadas en Afganistán, salvo a un pequeño contingente que seguirá en la Embajada de Estados Unidos en Kabul.
De acuerdo con los nuevos planes que previsiblemente anunciará el mandatario este jueves, las fuerzas militares estadounidenses se reducirán hasta los 5.500 efectivos en 2017, distribuidos en cuatro puntos del país: Kabul, Bagram, Jalalabad y Kandahar.
Esta decisión llega tras varios meses de discusiones sobre el mejor modo de apoyar a las fuerzas de seguridad afganas mantenidas entre Obama, las autoridades afganas, responsables del Pentágono, comandantes operativos desplegados sobre el terreno y asesores de la Casa Blanca.
"Han tenido amplias discusiones, algunas han incluido el compromiso personal del presidente y varias se han centrado en preguntas del presidente sobre nuestras posturas", ha afirmado una de las fuentes gubernamentales estadounidenses consultadas por Reuters.
Las fuerzas militares de Estados Unidos continuarán entrenando y asesorando a las fuerzas afganas y se centrarán en evitar que los milicianos de Al Qaeda que siguen en Afganistán se conviertan en una amenaza para la seguridad estadounidense. "Nuestra misión no cambiará", ha dicho un responsable gubernamental norteamericano.
FIN DE LA MISIÓN DE COMBATE
La coalición militar internacional liderada por Estados Unidos finalizó su misión de combate en Afganistán tras trece años de operaciones a finales de 2014 y, desde entonces, las fuerzas de seguridad afganas asumen el control de su territorio, con el respaldo de fuerzas de la OTAN y de Estados Unidos.
Sin embargo, las fuerzas afganas han sufrido algunos retrocesos en los últimos meses frente a los milicianos talibán, que han llegado a hacerse durante unos días con el control de la ciudad de Kunduz, en el norte del país.
"En verdad, estamos viendo cómo las fuerzas de seguridad afrontan con tenacidad los combates en Kunduz", ha señalado una de las fuentes consultadas. Desde que el presidente afgano, Ashraf Ghani, y el primer ministro, Abdulá Abdulá, visitaron en marzo la Casa Blanca, el Gobierno y las Fuerzas Armadas estadounidenses han estado valorando la posibilidad de ralentizar el ritmo del repliegue de fuerzas militares.
"El Gobierno afgano está muy cómodo con este compromiso. Han estado manifestando su deseo de que se llegue a este compromiso durante un tiempo", ha señalado uno de los responsables gubernamentales de Washington.
Mantener unos 5.500 militares en cuatro puntos de Afganistán costará unos 14.600 millones de dólares al año, frente al coste inicialmente estimado de 10.000 millones de dólares para continuar únicamente con un contingente en la Embajada en Kabul.
Los países de la OTAN también han expresado su interés en mantener un contingente en Afganistán, según las fuentes consultadas. En la actualidad, la misión aliada Apoyo Resuelto tiene más de 6.000 militares no estadounidenses.