GINEBRA 16 Feb. (Reuters/EP) -
El nuevo Gobierno de Sri Lanka ha logrado que se retrase seis meses la publicación de un informe sobre posibles crímenes de guerra cometidos durante el conflicto civil que sacudió el país, después de que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, respaldara al Gobierno ceilandés, un apoyo que ha resultado clave para la decisión del organismo internacional.
Así, un portavoz del ministro de Exteriores ha acogido con entusiasmo el aplazamiento del informe. "Es una decisión oportuna y en consonancia con los movimientos del nuevo Gobierno de establecer un proceso democrático para esclarecer responsabilidades", ha explicado, al tiempo que ha agradecido el "espacio y tiempo" que otorga a las autoridades ceilandesas para llevar a cabo la investigación.
Al Hussein había recomendado en una carta dirigida al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que la publicación del informe se retrase hasta la 30ª sesión del Consejo, que se celebrará el próximo mes de septiembre en Ginebra.
"Mi petición se basa en el contexto cambiante de Sri Lanka y las señales de una mayor cooperación por parte del nuevo Gobierno, así como la posibilidad de que el informe incluya nueva información que pueda resultar relevante", había defendido Al Hussein.
Además, el Alto Comisionado, considerado muy influyente para la decisión de aplazar la publicación, había adjuntado en su carta un escrito del ministro de Exteriores del país asiático, Mangala Samaraweera, en la que se explicaban los planes que la nueva Ejecutiva está llevando a cabo en sus primeros cien días de gobierno.
"Pese a que el Gobierno solo lleva un mes en el cargo ya ha dado una serie de pasos para que se garantice la libertad de expresión, de movimiento y de reunión, y para que se protejan los Derechos Humanos de todos los ciudadanos", destacó Samaraweera en la carta enviada al Consejo.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU votó en marzo de 2014 a favor de investigar los abusos cometidos durante el conflicto civil, agregando que las autoridades no los habían investigado de forma adecuada. Así, estaba previsto que el informe fuera publicado el 25 de marzo.
La guerra supuso un enfrentamiento entre los tamiles hindúes, por un lado, y la mayoría budista y los cingaleses, cristianos, por otro, y terminó en 2009 con la derrota de los primeros en medio de una brutal represión del Ejército que provocó la muerte de 40.000 civiles, según las estimaciones de la ONU.