NUEVA YORK, 16 Jun. (Reuters/EP) -
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha informado este lunes de que la ONU ha corroborado cientos de ejecuciones sumarias que habrían sido cometidas por aliados del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) en Irak y que podrían constituir crímenes de guerra.
Pillay ha explicado que los soldados y policías, entre otros, que se han rendido o que han sido capturados en el marco del avance del ISIS por el norte y el centro de Irak han sido ejecutados en los últimos cinco días
"Aunque los números no han podido ser verificados todavía, estas aparentes series de ejecuciones a sangre fría, la mayoría llevadas a cabo en varios puntos de Tikrit, casi con certeza constituyen crímenes de guerra", ha dicho.
La funcionaria de la organización internacional ha apuntado que en la ciudad de Mosul al menos 13 imanes han sido ejecutados por negarse a aceptar la doctrina religiosa del ISIS, integrado por 'yihadistas' suníes que consideran el chiísmo, mayoritario en Irak, una herejía.
"El lenguaje provocador usado por el ISIS, que ha estado hablando de 'liquidar el rebaño de ovejas' e incitando a las tensiones sectarias, está claramente dirigido a avivar el caos y el derramamiento de sangre en el país", ha advertido.
Pillay ha considerado que esta situación amerita "una acción integral". "Queremos alertar al mundo para que aborde (este problema) inmediatamente", ha dicho la Alta Comisionada para los Derechos Humanos.
Interrogada sobre si contempla remitir la situación en Irak al Tribunal Penal Internacional (TPI), ha rehusado contestar y ha subrayado que antes debe constatar los hechos.
Pillay también ha sugerido que el Ejecutivo iraquí podría haber alentado de alguna forma el comportamiento del ISIS. "He señalado, y condenado, en numerosas ocasiones, el número de ejecuciones que el Gobierno ha llevado a cabo", ha añadido.
En la última semana, los 'yihadistas' suníes del ISIS han lanzado una ofensiva sobre el norte y el centro del país con la que han conseguido hacerse con el control de importantes ciudades, provocando un éxodo de chiíes.