MADRID 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha informado este viernes de un importante brote de poliomelitis en Somalia y ha cifrado en 105 el número de casos registrados en el país en lo que va de año, casi la mitad de la cifra mundial en 2012.
Esta enfermedad es considerada endémica en tres países --Afganistán, Nigeria y Pakistán--, y fue considerada erradicada hace apenas seis años tras la vacunación de cuatro millones de personas, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que encabeza los esfuerzos por la erradicación de la poliomelitis, ha indicado que la mayoría de los casos se han registrado en zonas controladas por la milicia islamista Al Shabaab, vinculada a la organización terrorista Al Qaeda.
El grupo prohibió en 2011 el acceso a la mayoría de las agencias internacionales de ayuda humanitaria a las zonas que controla en el sur del país.
El anuncio de Naciones Unidas ha llegado apenas dos días después de que la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) anunciara el cierre de todos sus programas en el país tras 22 años de trabajos debido a los ataques contra su personal.
MSF indicó en un comunicado que el cierre de los programas en Somalia es "el resultado de los ataques violentos que el personal de MSF ha sufrido en un contexto en el que, cada vez más, los grupos armados y los líderes civiles apoyan, justifican y/o toleran el asesinato, la agresión y el secuestro de trabajadores humanitarios".
"En algunos casos, en particular en el centro y sur de Somalia, aunque no exclusivamente, los mismos actores con quienes MSF ha negociado las garantías mínimas de respeto a su misión médica humanitaria han tenido una implicación directa en los abusos contra los equipos de MSF, o han dado su aprobación tácita a los mismos. Dichas acciones y la tolerancia con la que son asumidas en este contexto impiden que cientos de miles de somalíes reciban y tengan acceso a la ayuda humanitaria", subrayó.
La ONG recordó que, durante sus 22 años de historia en Somalia, MSF ha negociado con los "actores armados y las autoridades de todas las partes".
"La excepcionalidad de las necesidades humanitarias en el país ha obligado a la organización y a su personal a tolerar niveles de riesgo incomparables --en gran parte sufridos por los propios colegas somalíes de la organización--, así como a comprometer seriamente sus principios operacionales de independencia e imparcialidad", explicó.
MSF agregó que entre los incidentes "más recientes" figuran "el brutal asesinato de dos trabajadores de MSF en Mogadiscio en diciembre de 2011 y la rápida liberación del asesino convicto"; y "el secuestro violento de otros dos miembros del personal en los campos de refugiados de Dadaab (Kenia), que terminó el mes pasado después de un cautiverio de 21 meses en el centro-sur de Somalia".