Los aliados no dejarán en manos de los afganos la protección de los instructores de la nueva misión de entrenamiento a partir de 2015
BRUSELAS, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha reiterado este martes que los aliados mantienen su estrategia y calendario pactados en Afganistán para transferir el control de todo el país a finales de 2014 y ha dejado claro que la insurgencia no logrará socavar los progresos en el país asiático para mejorar la seguridad y capacidad de sus fuerzas nacionales.
"Nos hemos enfrentado a meses desafiantes. Los enemigos de Afganistán están intentando socavar los progresos que hemos hecho para construir la seguridad y a las fuerzas afganas, pero no dejamos que tengan éxito", ha asegurado el danés en declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión informal de ministros de Defensa de la OTAN.
Al menos 53 soldados internacionales han muerto a manos de las fuerzas afganas en lo que va de año, un aumento que genera "una profunda preocupación" entre los aliados en pleno proceso de relevo y que llevó a la OTAN a suspender de manera temporal y preventiva algunas de las operaciones conjuntas con los afganos el pasado 18 de septiembre y que ya han sido reanudadas en su mayoría, según fuentes aliadas.
Aunque el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, no descartó en una entrevista reciente con el diario británico 'The Guardian' "acelerar" el proceso de transición en "determinadas zonas" siempre que lo permita la situación de seguridad sobre el terreno, la OTAN ha rechazado que ello se deba al aumento de los ataques internos, que han afectado sobre todo a estadounidenses, después de que el danés reconociera públicamente que éstos han contribuido a "socavar la confianza" entre los soldados internacionales y sus pares afganos "hasta cierto punto".
"Seguimos comprometidos con nuestro objetivo, estrategia y con Afganistán. Seguimos comprometidos con completar nuestra misión ISAF a finales de 2014, como está previsto. Y seguimos comprometidos con lanzar una nueva misión para entrenar, asesorar y asistir a las fuerzas de seguridad afganas después de 2014", ha precisado este martes. "El objetivo, la estrategia y el calendario siguen sin cambios", ha reiterado.
Rasmussen ha avanzado que espera que los ministros de Defensa aliados respalden este miércoles cuando discutan sobre el proceso de relevo en el país centroasiático, "el marco amplio para la nueva misión de entrenamiento en Afganistán" que servirá para que los mandos militares aliados "elaboren un plan detallado" de la misión "en los próximos meses".
PROTECCIÓN
El ministro de Defensa alemán, Thomas de Maizière, ha confirmado por su parte que "la estrategia se mantiene" en Afganistán y ha rechazado que la nueva misión de entrenamiento, asesoramiento y asistencia (ITAAM, por sus siglas en inglés) que los aliados han pactado mantener con Kabul sobre el terreno a partir de 2015 cuando termine la actual misión de combate, sea una misión de "seguimiento, porque tendrá un mandato completamente nuevo".
De Maiziére ha dejado claro que "por supuesto" los aliados no dejarán a los instructores de la nueva misión sobre el terreno "sin protección allí", algo que no decidirá en todo caso este miércoles, al igual que el número de fuerzas con el que contará la nueva misión, ha explicado.
Rasmussen ya ha avanzado que el número concreto no se conocerá hasta "las últimas fases" de la planificación, cuya plan en todo caso se terminará "mucho antes de que acabe el 2013" para garantizar la transición "sin fallas" entre ambas misiones.
El danés ha indicado que seis países socios que actualmente participan en Afganistán "están preparados para contribuir" a la nueva misión. Se trata de Australia, Nueva Zelanda, Ucrania, Georgia, Finlandia y Suecia, que participan en todo caso en la planificación de la nueva misión, según fuentes diplomáticas que admiten que en el caso de los aliados ningún país ha decidido el número de efectivos que aportará todavía.
La directiva de inicio de la planificación que respaldarán este miércoles los aliados constituye el "marco político" que dará directrices a los mandos militares de la OTAN para avanzar en los detalles de la planificación, para lo que deberán elaborar un concepto de operaciones, previsto para febrero, y el plan operativo para la misión, que llegará más adelante. El número de instructores que harán falta, el tipo de personal y el presupuesto con el que contará la nueva misión, así como su base jurídica y el tipo de distribución geográfica todavía no se han acordado, según fuentes diplomáticas.
Los aliados, como recoge la directiva de iniciación, ya han acordado que la nueva misión ya no será de combate y que la protección de los instructores no se dejará en manos de las propias fuerzas afganas, según fuentes diplomáticas que explican que cada país decidirá a nivel bilateral si quieren dejar fuerzas especiales, algo que defendían sobre todo Estados Unidos, Reino Unido y Australia. "En la operación de la OTAN no hay fuerzas especiales", aseguran.