PARÍS 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, ha presentado este domingo un nuevo plan de movilidad urbana que incluye nuevas restricciones a los vehículos privados de motor de combustión, la instalación de un nuevo tranvía eléctrico y el fomento del uso de la bicicleta con infraestructuras que se construirán durante 2017, el que será "el año de la bicicleta".
Entre las medidas estrella está la reforma radical de la avenida Rivoli, que conecta la plaza de La Bastilla con el Louvre, el Palacio Real y la plaza de la Concordia. Esta calle que flanquea el Sena tendrá un carril bici de dos direcciones y cuatro kilómetros y estará cerrada al tráfico en las inmediaciones del Louvre.
Con estas iniciativas Hidalgo busca "reconquistar el espacio público" para los peatones, ciclistas y otros medios de transporte no contaminantes. "El clima es la prioridad número uno. Menos coches significan menos contaminación. 2017 será el año de la bicicleta", ha apostillado.
El plan incluye igualmente una aceleración del plan para duplicar la superficie de carriles bici para 2020, un hito fundamental para lograr "la transición al transporte limpio", que Hidalgo considera "una absoluta prioridad". "El diluvio es inminente y no podemos esperar a ver cómo se nos lleva a todos (...). Hay demasiados coches en París", ha argumentado la alcaldesa.
El tranvía empezará a circular a ambos lados del Sena en septiembre de 2018 y se denominará el Tranvía Olímpico en referencia a la candidatura parisina para albergar los Juegos Olímpicos de 2024.
RECHAZO A LAS RESTRICCIONES
Las medidas han sido muy criticadas por asociaciones de automovilistas, pero Hidalgo sostiene que son necesarias "por las futuras generaciones". "La peatonalización del centro de la ciudad está comenzando (...). La idea es ir paso a paso hacia la peatonalización del centro de la ciudad. Seguirá abierto a los vehículos de los vecinos, la Policía, los servicios de emergencia y de reparto, pero no para los demás", ha apostillado.
"Lo decimos claramente: nuestro objetivo es una reducción significativa del tráfico de coches, igual que están haciendo las ciudades más grandes del mundo. Tenemos que recordar a la gente que cuantos menos coches, menos contaminación", ha argumentado.
El teniente de alcalde encargado de Transporte, Christophe Najdovski, ha recordado que París está ya por detrás de otras ciudades como Burdeos o Lyon en términos de restricciones a los motores de combustión. Además, ha destacado el caso de Tokio, que ya ha prohibido la circulación de vehículos diésel en el centro de la ciudad.
En los últimos 15 años, el tráfico de coches privados ha caído en París un 30 por ciento tras la introducción de la red de bicicletas públicas Velib y de la red de coches eléctricos de alquiler Autolib, según datos oficiales, lo que no ha impedido picos de contaminación durante 2016 que han desencadenado importantes restricciones. Cuando se prohibía la circulación de las matrículas pares o impares, el transporte público era gratuito.