PARÍS 17 Dic. (Reuters/EP) -
La Asamblea Nacional francesa ha aprobado la versión final de la reforma territorial este miércoles en virtud de la cual se reducirá a cerca de la mitad el número de regiones administrativas, aunque el ahorro que supondrán estos cambios todavía es incierto.
A partir de ahora Francia estará dividida en trece regiones, en lugar de 22, algo que el Gobierno de François Hollande argumenta que será más efectivo a nivel de costes y tendrá como resultado ahorros en un momento en el que el país trabaja para cumplir sus objetivos de déficit.
La Asamblea Nacional (Cámara Baja), que tiene la palabra final, ha aprobado la ley por 95 votos a favor y 56 en contra, rechazando los cambios introducidos por el Senado, que era partidario de fijar en quince las regiones.
Así las cosas, los franceses deberán elegir a los consejeros de las nuevas trece regiones en unas elecciones a finales del próximo año. El sistema de gobierno local francés es tan complicado que a menudo se le compara con una milhoja.
LOS FRANCESES, A FAVOR
Los sondeos muestran que la mayoría de los franceses está a favor de esta reforma territorial, aunque algunas regiones con identidades muy marcadas y tradiciones culturales diferenciadas se oponen ferozmente a los cambios.
Más de un millar de personas se manifestaron el mes pasado en la ciudad de Estrasburgo, en el este del país, contra la propuesta fusión de Alsacia, en la frontera con Alemania, con las vecinas Lorena y Champaña-Ardenas, al grito de "Elsass Frei" (Alsacia libre).
Un informe financiado por el Gobierno llegó a la conclusión de que anualmente se derrochan 5.700 millones de euros entre las autoridades regionales debido a que se superponen poderes. Otro informe detectó que cada región tenía 75 órganos diferentes dedicados al desarrollo económico de media.
El subsecretario para la reforma territorial, André Vallini, ha dicho que el cambio podría generar ahorros de 10.000 millones de euros al año, una estimación sobre la que tienen dudas algunos economistas y detractores, que creen que la reforma podría incluso generar más gasto.