La organización, surgida en octubre, niega ser xenófoba y asegura que busca preservar la cultura occidental
MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los atentados de hace una semana en París obra de tres jóvenes franceses de religión musulmana han puesto el foco de atención en toda Europa en esta comunidad y han provocado un incremento de los ataques contra lugares de culto islámico. Asimismo, han hecho que cobren notoriedad grupos antimusulmanes, como es el caso del alemán PEGIDA.
Desde el pasado 20 de octubre todos los lunes la ciudad de Dresde ha sido escenario de concentraciones contra los musulmanes organizadas por Patriotische Europäer gegen die Islamisierung des Abendlandes (Patriotas europeos contra la islamización de Occidente). Desde entonces, otras ciudades han emulado estas protestas, entre ellas Leipzig, Colonia, Munich o incluso Berlín.
A la primera cita, convocada a través de Facebook por Lutz Bachmann, un propietario de una agencia publicitaria de 41 años, acudieron 160 personas; a la de este pasado lunes asistieron 25.000. Este aumento sostenido ha hecho saltar todas las alarmas en el Gobierno de Angela Merkel, pero también entre los alemanes, generando a su vez otras manifestaciones multitudinarias en contra de grupos como PEGIDA en varias ciudades.
Este grupo espontáneo y difuso, que no está arraigado según sus promotores ni en la izquierda ni en la derecha, ha adoptado como lema "Wir sind das Volk" (nosotros somos el pueblo), el mismo que los alemanes del este emplearon en 1989 para levantarse contra el régimen comunista y que provocó en último término la caída de la RDA.
El uso del eslogan ha molestado particularmente a Merkel, nacida precisamente en la Alemania comunista, quien en su mensaje de Año Nuevo lamentó que "sus corazones son fríos y están llenos de prejuicio y odio". Asimismo, la canciller ha defendido la política de su Gobierno de coalición de acoger a solicitantes de asilo, 200.000 el año pasado.
Tanto Merkel como el presidente alemán, Joachim Gauck, se han esforzado, principalmente tras los atentados de París, en realizar declaraciones conciliadores y en defender que el islam no significa necesariamente terrorismo y que los musulmanes tienen cabida en Alemania, al igual que la tienen los judíos. Se estima que en el país residen entre 3,8 y 4,3 millones de musulmanes.
APOYO CRECIENTE
Sin embargo, PEGIDA parece estar ganando apoyos entre los musulmanes. Según un sondeo del 8 de enero publicado por el sensacionalista 'Bild', el 29 por ciento de los alemanes ven bien a esta asociación (frente al 22 por ciento anterior), mientras que el 74 por ciento de los consultados aseguran temer atentados terroristas en el país, frente al 49 por ciento anterior.
Asimismo, un estudio de la Fundación Bertelsmann ha detectado que la postura de los alemanes hacia el islam se ha endurecido. Así, el 61 por ciento consideran que el islam "no es propio del mundo occidental", frente al 52 por ciento en 2012.
Además, el 57 por ciento de los alemanes ve al islam como amenaza, el 40 por ciento siente que se están convirtiendo en extranjeros en su propio país por la presencia de musulmanes, y el 24 por ciento quieren que se prohíba la inmigración musulmana.
NO SOMOS XENÓFOBOS
Ante este panorama, no es de extrañar que desde PEGIDA defiendan que ellos no son una organización xenófoba, sino que lo que hacen es aglutinar el malestar y la preocupación que siente muchos ciudadanos ante el cariz que están tomando los acontecimientos en su propio país.
"No somos diferentes a otros países europeos. Mira a Países Bajos, donde tienes un tercio de la población que piensa de ese modo. Mira a Francia, mira a Hungría, mira a Suecia", ha defendido en una entrevista esta semana a la cadena rusa RT el portavoz de PEGIDA, Udo Ulfkotte, en referencia a los buenos resultados electorales que partidos de extrema derecha y contrarios a la inmigración como el Frente Nacional francés obtuvieron en las pasadas elecciones europeas.
"Especialmente no tiene nada que ver con la xenofobia. Sois bienvenidos, todas las personas que se quieran integrar aquí, que quieran vivir pacíficamente juntos con nosotros, no tenemos problemas con ellos", ha asegurado.
"Somos personas normales", ha señalado por su parte su fundador, Lutz Bachmann, en declaraciones a 'Financial Times'. Según ha dicho, "los pirados de extrema-derecha" solo suponen en torno al 1 por ciento de sus partidarios y no son bienvenidos. "Los idiotas de extrema-derecha pueden intentar lo que quieran pero no nos dejaremos secuestrar", ha asegurado.
PRESERVAR NUESTRA CULTURA
Según Ulfkotte, lo que quiere PEGIDA es "preservar nuestra cultura, mantener nuestras tradiciones, mantener nuestros valores cristianos". Con lo que no están de acuerdo, explica, es con que la sharia pueda echar raíces en el mundo occidental. "Somos todos iguales y no queremos que haya derechos especiales para los musulmanes aquí en este país", subraya.
"Estamos recibiendo más apoyo cada semana", ha resaltado por su parte la cofundadora Kathrin Oertel, en declaraciones a Reuters. "Estamos en contra de toda violencia por motivos religiosos ya sea musulmanes o cristianos (...) la gente se ha visto confrontada a ello ahora y están reflexionando más sobre ello", ha añadido, en referencia a su creciente auge.
En su manifiesto de 19 puntos, PEGIDA propugna entre otras cosas la defensa de la cultura judeo-cristiana de Occidente, rechaza la llegada de refugiados a Alemania y exige una política de "tolerancia cero" contra inmigrantes que hayan delinquido y ello pese a que Bachmann fue condenado por varios robos y ha estado en prisión durante dos años. Actualmente, se encuentra en libertad condiciona y no puede ocupar cargos públicos. "Hay muchos políticos con antecedentes penales", dice en su defensa Bachmann.