PEKÍN, 1 Mar. (Reuters/EP) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha afirmado este martes que los periodistas chinos que fueron arrestados el pasado domingo en Pekín cuando se disponían a informar sobre una protesta antigubernamental que se iba a llevar a cabo en el centro de la ciudad infringieron las leyes chinas.
La portavoz del Ministerio Jiang Yu ha dicho en una rueda de prensa que el lugar donde estaban los periodistas es "una calle muy concurrida por donde pasa mucha gente" pero en la que "no estaba pasando nada". "¿De quién habían recibido instrucciones tantos periodistas para ir allí? ¿Quién les llamó para que se congregasen allí y estuviesen pululando?", se ha preguntado.
Según Jiang, la Policía había avisado a los periodistas de que tenían que conseguir un permiso para informar desde la calle Wangfujing, pero éstos no hicieron caso. "En China, los periodistas extranjeros deben respetar las normas y leyes chinas. Esto es una norma internacional", ha subrayado.
La concentración de Pekín y otra en la ciudad de Shanhgai habían sido convocadas por una página web china con sede en Estados Unidos que había animado a los chinos a emular las manifestaciones que se han realizado y continúan realizándose en varios países de Oriente Próximo y el norte de África para expresar su apoyo a un sistema democrático en el gigante asiático. Se supone que en Pekín iban a manifestarse en la calle Wangfujing.
Antes de la hora prevista para el comienzo de las protestas, la Policía había aconsejado a los reporteros extranjeros que no se acercasen a los lugares donde se iban a llevar a cabo, y muchos disidentes y activistas chinos fueron detenidos o puestos bajo una especie de arresto domiciliario.
CRÍTICAS
El embajador de Estados Unidos en China, Jon Huntsman, criticó este lunes el "acoso" al que fueron sometidos en Pekín los periodistas extranjeros, incluidos varios estadounidenses, y su "detención ilegal". La Unión Europea, por su parte, instó a las autoridades chinas a "respetar el derecho de los periodistas extranjeros a informar libremente desde China (...) y a proteger su integridad física".
Según las normas que se establecieron justo antes de los Juegos Olímpicos de Pekín, los periodistas extranjeros pueden entrevistar a cualquier persona en China siempre que obtengan permiso para hacerlo, pero el Gobierno suele interpretar estas normas según sus necesidades, especialmente cuando se tratan temas delicados. En la región de Tíbet solo se puede entrar en visitas organizadas por las autoridades.
Para el Comité para la Protección de los Periodistas ha denunciado que el "ataque coordinado" del domingo contra los reporteros extranjeros representa una vuelta a las condiciones anteriores a los Juegos Olímpicos y "desacredita al Partido Comunista de China y pone de manifiesto su miedo a la oposición popular".
Reporteros Sin Fronteras ha señalado que la "actitud de matones" que tuvieron los policías frente a los periodistas no tiene excusa.
Ahora, el Gobierno ha prohibido informar desde varias zonas de la capital. Según el Club de Corresponsales Extranjeros de China, "a algunos periodistas les han dicho que Wangfujing y otras áreas de Pekín, como Xidan, Tiananmen y la Estación de Pekín, son consideradas 'zonas especiales'".
Quienes quieran informar desde esos lugares deberán solicitarlo con antelación. Según el Club, las autoridades han explicado a un periodista que se tarda tres días en tramitar las solicitudes y que los reporteros se deben comprometer a entregar una copia de su noticia una vez publicada.