MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El grupo separatista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha exigido al Gobierno francés que aclare las circunstancias de los asesinatos de las tres activistas kurdas el pasado miércoles en París, y ha señalado como responsables de las muertes a los "poderes internacionales" y a Turquía, en un intento de paralizar las conversaciones de paz, y no como resultado de una disputa interna como apuntó el Gobierno turco en un primer momento.
"Francia tiene la responsabilidad de dilucidar inmediatamente estos asesinatos o de lo contrario será hecha responsable de la masacre de nuestros camaradas", indicó el PKK en un comunicado recogido por la agencia de noticias turca Firat.
"Los autores de estos brutales asesinatos, que fueron orquestados profesionalmente por los poderes internacionales y por Turquía, jamás conseguirán sus objetivos", indicó el comité ejecutivo del PKK en la nota de condena a las muertes de Fidan Dogan, Leyla Söylemez y Sakine Cansiz, esta última una de las fundadoras de la organización.
El PKK repudió la teoría planteada por el partido del Gobierno de Turquía de que las tres podrían haber muerto como consecuencia de una disputa en el seno de la organización. "Las declaraciones formuladas por las autoridades del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) están descaradamente orientadas a encubrir a los responsables de esta brutal ejecución y desorientar a la opinión pública", apuntó en el texto.
"Es imposible que este sangriento ataque haya podido ocurrir en un lugar tan céntrico sin el apoyo de los servicios de inteligencia y estados internacionales", prosiguió el PKK. El grupo estima que los asesinatos son "el último paso de una política destinada a criminalizar el movimiento", en un momento en el que Turquía negocia con su líder Abdulá Ocalán, el fin del conflicto.
El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, ha dejado claro que descarta decretar una amnistía para los milicianos del PKK y la liberación de Ocalan para pasar a arresto domiciliario. Una de las principales reivindicaciones de los negociadores del PKK es que mejoren las condiciones de encarcelamiento del líder del grupo.
El PKK, considerado como grupo terrorista por Estados unidos y la Unión Europea, comenzó en 1984 una guerra de guerrillas y diversos ataques terroristas contra las fuerzas de seguridad turcas y ciudades del país en los que han muerto 40.000 personas.
Erdogan, por su parte, ha afirmado este miércoles que las actuales conversaciones entre el Gobierno y el PKK tienen como objetivo convencer a los militantes de que entreguen las armas y abandonen el país.
"Nuestra sinceridad puede verse en los pasos que hemos dado en los últimos días. Nuestro objetivo es que los cuadros de la organización terrorista separatista abandonen el país", ha dicho Erdogan durante una rueda de prensa junto a su homólogo nigerino, Mahamadu Issoufou, durante su visita al país africano.
Asimismo, ha acusado al PKK de llevar a cabo "provocaciones" durante el proceso de conversaciones y ha puesto como ejemplo un ataque armado ejecutado el martes contra un puesto de control militar en la provincia de Hakkari (este).
"Durante las iniciativas de paz, el PKK ha mostrado siempre el peor comportamiento posible. Continuaremos nuestras operaciones, pero ya hemos dicho que podemos negociar con el brazo político de la organización terrorista. Estamos en ese punto ahora", ha puntualizado.