LONDRES, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Policía británica ha abierto una investigación por posible asesinato en relación a la muerte del empresario ruso Nikolai Glushkov, socio del difunto oligarca ruso Boris Berezovski, después de que la autopsia haya revelado que perdió la vida por "compresión en el cuello".
Glushkov, de 68 años, fue hallado sin vida en su vivienda del suroeste de Londres el pasado lunes. Las autoridades no pudieron confirmar en un primer momento la causa del fallecimiento y en la autopsia, realizada el jueves, se han detectado indicios de criminalidad.
La Policía Metropolitana ha informado en un comunicado de estas novedades y ha confirmado que ahora se trata el caso como "asesinato". No obstante, ha querido aclarar que "en este momento nada indica que haya vínculos" con el ataque contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija, Yulia, intoxicados el 4 de marzo en Salisbury con un gas nervioso.
En el caso de Glushkov no se ha detectado por ahora ninguna prueba que apunte a un posible envenenamiento ni tampoco existe riesgo para la salud pública, ha añadido la Policía en su nota, en la que ha apelado a la colaboración ciudadana para obtener toda la información posible.
DE RUSIA A REINO UNIDO
Glushkov trabajó en la década de los noventa para Aeroflot y LogoVAZ, la compañía automovilística de Berezovski. Tras la caída en desgracia del oligarca, que escapó a Reino Unido, Glushkov fue condenado por fraude y blanqueo de capitales y pasó cinco años entre rejas, hasta 2004.
Tras escapar él también a Reino Unido, donde recibió asilo político, compareció ante un tribunal para declarar en contra del empresario Roman Abramovich, considerada una persona afín al Kremlin y al presidente Vladimir Putin. Según Berezovski, Abramovich le estafó 5 millones de dólares, pero la Justicia no le dio la razón.
Berezovski desapareció de la vida pública y en marzo de 2013 se localizó su cadáver en la vivienda de su exmujer en Berkshire. La Policía atribuyó entonces el fallecimiento a un suicidio, una versión de la que dudó entonces su entorno pero que no se ha refutado en términos oficiales.
Por su parte, Glushkov recibió en 2017 una segunda condena por corrupción en Rusia, tras ser juzgado 'in absentia' por el presunto robo de 123 millones de dólares. El empresario fue sentenciado a ocho años de cárcel.