MANAMA, 17 Feb. (Reuters/EP) -
La Policía dispersa con gases lacrimógenos a los cientos de manifestantes chiíes que desde ayer permanecen acampados en la plaza de la Perla de Manama en demanda de una apertura democrática, animados por el éxito de las protestas en Túnez y Egipto.
Desde el lunes, miles de personas han marchado por las principales ciudades de Bahréin para exigir la dimisión del primer ministro, Jalifa bin Salman al Jalifa, que suma 40 años en el poder. Los manifestantes denuncian una discriminación de la población chií por parte de la élite gobernante, de etnia suní, y exigen la liberación de los presos políticos.