MARSELLA, 16 Dic. (Reuters/EP) -
La Policía francesa ha arrestado a 21 personas en relación con el fraude de la industria de la carne de caballo en el sur del país, sospechosos de haber vendido de forma fraudulenta como alimentación caballos utilizados para investigación médica, según han informado las autoridades.
El fiscal de Marsella, Brice Robin, ha asegurado que más de 200 caballos "no aptos" para el consumo habían recibido certificados veterinarios falsos, y posteriormente habían sido sacrificados para alimentación por una trama en la que están involucrados comerciantes de ganado, veterinarios y carniceros y ubicada en la localidad de Narbonne, en el sur del país.
Sin embargo, ha advertido de que "no hay ninguna prueba de que estos animales fueran tóxicos o que supusieran una amenaza para la salud pública".
Un portavoz de la compañía farmacéutica Sanofi, Alain Bernal, ha asegurado que algunos de sus caballos son utilizados para incubar anticuerpos con el objetivo de fabricar sueros, pero que otros que también están sanos reciben certificados en los que se los califica como aptos para consumo humano. Por su parte, Bernal ha asegurado que su compañía está cooperando con la investigación, pero que desconoce desde cuándo se estaba llevando a cabo este fraude.
Los caballos no aptos estaban siendo vendidos a comerciantes, que se sospecha que falsificaban los certificados para calificarlos de aptos para la fabricación de alimentos.
Al menos un centenar de agentes e inspectores han llevado a cabo numerosas redadas en once distritos, aunque también se han extendido a la provincia de Girona, en Cataluña, ya que parte de la carne sospechosa había sido exportada, según el fiscal.
Esta operación se originó después de que el pasado mes de enero fueran hallados restos de ADN de caballo en hamburguesas congeladas que, según su etiquetado, eran de vacuno, en varios supermercados irlandeses y británicos. Tras el escándalo se abrió una investigación en la que se han visto envueltos tanto comerciantes como carniceros desde Rumanía hasta Países Bajos.
La venta de carne de caballo se ha desplomado en Francia, a pesar de que todavía se puede encontrar en algunas carnicerías especializadas. El jefe de la asociación nacional de carniceros de caballo, Eric Vigoureux, ha advertido de que no se debe responsabilizar a toda la industria por el comportamiento de unos pocos comerciantes deshonestos.