Sólo los euroescépticos piden abiertamente la dimisión del presidente del Ejecutivo comunitario
BRUSELAS, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los grupos socialista y popular en la Eurocámara han mostrado este miércoles su apoyo al presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, pese al escándalo por los acuerdos secretos de Luxemburgo con multinacionales para minimizar el pago de impuestos mientras él era primer ministro, aunque le han reclamado que refuerce la lucha contra la evasión fiscal.
Por su parte, el líder del grupo liberal, Guy Verhofstadt -que también apoyó el nombramiento de Juncker-, ha sido más crítico y ha admitido que hay una "sombra" sobre la nueva Comisión tras el estallido del caso Luxleaks. Por ello ha reclamado a Juncker que acelere las investigaciones sobre Luxemburgo (actualmente hay dos abiertas, sobre acuerdos con Fiat y Amazon) y las concluya antes de fin de año.
Izquierda Unitaria y los Verdes también han sido críticos con Juncker, pero sólo los euroescépticos del Grupo Europa de la Libertad y la Democracia Directa han pedido abiertamente la dimisión del luxemburgués.
"No es un caso que afecte sólo a Luxemburgo", ha sostenido el presidente de los populares europeos, Manfred Weber, que ha citado las ventajas fiscales que conceden Bélgica, Países Bajos o Austria. A su juicio, se trata de casos de "competencia fiscal" y no de vulneración de las reglas. "Confiamos en que el señor Juncker será capaz de resolver los problemas sobre la mesa en nombre de los ciudadanos de Europa", ha dicho Weber.
Por su parte, el portavoz socialista, Gianni Pittella, ha defendido también que los acuerdos ventajosos con multinacionales "no es un fenómeno que afecte sólo a un Estado miembro, es un fenómeno europeo y mundial".
"No aceptaremos debilitar a la Comisión o al recién elegido presidente Juncker. Sería un regalo a los euroescépticos y a los eurófobos", ha apuntado. No obstante, ha reclamado al Ejecutivo comunitario un calendario para presentar propuestas contra el fraude y la evasión fiscal.
La portavoz de los Conservadores y Reformistas Europeos -grupo liderado por los tories británicos-, Kay Swinburne, ha reclamado "esperar a los resultados" de la investigación lanzada por la Comisión sobre Luxemburgo "antes de apresurarse a realizar juicios de valor o a llevar a cabo una caza de brujas".
Por ello ha considerado que en lugar de Juncker debería haber comparecido la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, responsable de las pesquisas. No obstante, Swinburne ha rechazado cualquier intento de armonización fiscal en la UE y ha apostado en su lugar por más transparencia y cooperación.
"SOMBRA SOBRE LA COMISIÓN"
"Hay una sombra sobre la Comisión y tenemos que acabar con ella lo antes posible. Y este es el motivo por el que le pido acelerar la investigación y presentar propuestas adicionales" contra la evasión fiscal, le ha reclamado a Juncker el líder de los liberales.
La portavoz de Izquierda Unitaria, Gabriele Zimmer, ha criticado el intento de Juncker de desvincularse de su pasado como primer ministro de Luxemburgo y le ha pedido explicaciones por permitir que las multinacionales se beneficiaran de ventajas fiscales en su país. El resultado, ha lamentado, es "menos dinero para combatir la pobreza, la exclusión social o crear empleo". También le ha pedido que explique por qué la cooperación de Luxemburgo con la Comisión mejoró cuando él dejó de ser primer ministro.
El líder de los Verdes europeos, Philippe Lamberts, ha pedido a Juncker que intervenga en la investigación contra Luxemburgo y "dé a la señora Vestager todo lo que necesita para ampliar y profundizar esta investigación" y poner fin a este tipo de acuerdos. "Ya es hora de que los Estados miembros dejen de hacerse una guerra fiscal cuyos únicos beneficiarios son las grandes empresas y los grandes patrimonios y las víctimas la salud de nuestras finanzas públicas y el bienestar de nuestros conciudadanos", ha dicho.
DIMITIR O RETIRARSE DURANTE LA INVESTIGACIÓN
Para el portavoz del UKIP británico, Paul Nuttall, aunque los acuerdos fiscales de Luxemburgo con multinacionales fueran legales, representan una "bancarrota moral". "Creo, señor Juncker, que tiene dos opciones: la primera es dimitir honorablemente; la segunda es al menos retirarse mientras se realiza una investigación independiente".
Por su parte, el portavoz del Frente Nacional francés, Bruno Gollnisch, ha dicho que no será él el que lance la "primera piedra" contra Juncker. "Los que son culpables aquí son los que han votado por la libre circulación de capitales, sin ningún control, en beneficio de las multinacionales".