MADRID 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Presidencia egipcia, Ahmed el Muslimani, ha subrayado este miércoles que el primer paso hacia la reconciliación con la organización islamista Hermanos Musulmanes "ha de ser el fin de la violencia y el reconocimiento de la revolución del 30 de junio", que se saldó con el derrocamiento del expresidente Mohamed Mursi tras un golpe de Estado militar.
"No hay reconciliación posible con los que han cometido asesinatos y actos de violencia y con los que siguen atacando comisarías e instituciones públicas. Serán llevados ante la justicia", ha dicho, si bien ha reconocido que algunos miembros de la formación "han extendido su mano" hacia la reconciliación". "La Presidencia aplaude este gesto, ya que no quiere que una fuerza política monopolice el poder", ha argumentado.
En este sentido, El Muslimani ha expresado durante una entrevista concedida al semanario egipcio 'Ahram Hebdo' su temor ante la posibilidad de que Hermanos Musulmanes, cuya disolución ha sido aprobada este mismo miércoles por el Gobierno, esté dispuesto a "arruinar el país para recuperar el poder".
"Permitidme que haga una pregunta a la organización: ¿Queréis el poder incluso al precio de la ruina del país? Me temo que la respuesta es sí", ha apuntado.
El derrocamiento de Mursi se produjo tras su reiterada negativa a presentar su dimisión en el marco de manifestaciones multitudinarias contra su mandato, alegando que se trataba de un mandatario electo y de la existencia de manifestaciones también en su favor, si bien estas fueron de menor calado.
Hermanos Musulmanes se ha negado en múltiples ocasiones a reconocer la legitimidad de las autoridades surgidas tras la caída del expresidente, miembro de la organización islamista, y ha sostenido que el nuevo gobierno es de tinte golpista.
Asimismo, ha denunciado la existencia de una campaña de persecución contra la formación con el arresto de decenas de sus miembros, entre ellos los integrantes de su cúpula, y la represión de las manifestaciones celebradas tras el derrocamiento de Mursi, que se han saldado con más de un millar de muertos a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad.
En el último de estos incidentes, al menos 54 personas murieron y otras 379 resultaron heridas en enfrentamientos registrados el domingo entre simpatizantes de Mursi y las fuerzas de seguridad después de que los primeros intentaran acceder a las principales plazas de varias ciudades para protestar por el golpe de Estado perpetrado el pasado 3 de julio por las Fuerzas Armadas.
Los simpatizantes de Mursi quisieron manifestarse coincidiendo con la celebración anual del 6 de octubre, cuando se conmemora el ataque llevado a cabo por Egipto contra Israel, que concluyó con una declaración de alto el fuego y con la firma del acuerdo de paz entre ambos países en 1979.